La infanta Cristina tuvo que enfrentar las 400 preguntas del interrogatorio que se extendió por más de cinco horas frente al juez JoséCastro, quién busca determinar la responsabilidad de la hija menor del rey deEspaña en el caso Nóos, que hace relación a las presuntas actividades de fraude y blanqueo de capitales de la empresa de su marido, Iñaki Urdangarin.
Según informó diario El Mundo, las preguntas abarcaron todoslos temas de la causa, desde consultarle por su marido,pasando por el palacio de Pedralbes, hasta los libros de Harry Potter que sesupone compró con dinero de Aizoon.
En la audiencia donde a la infanta Cristina se le llamó "señora" envez de "alteza", el magistrado se tomó el tiempo de mostrarle todas las facturasde la empresa Aizoon, para preguntarle cosas cómo "¿Usted ha pasado la boleta de un parking de un euro, qué pensaba que iba colar?". Este tipo deinterrogantes buscan determinar si la infanta Cristina cargó gastos personales comofiestas familiares, viajes, botas u otras cosas personales a las cuentas de Aizoon.
Las respuestas más utilizadas por la interrogada fueron "nosé", "no me consta", "no conozco" o "no recuerdo", aparte de apelar a laconfianza que tiene en su marido, aunque sin embargo la más dura y frontal fue "yo confiaba en mi marido".
De esta manera la hija del rey buscadesmarcarse de las malas prácticas y acusaciones de corrupción que recaen sobresu esposo.
Por otra parte al terminar el interrogatorio uno de losabogados de la infanta, Jesús Silva, negó que la duquesa contestara laspreguntas con evasivas, y que muy por el contrario, respondió con sinceridad lostemas que dominaba y los que no. También destacó que el trato recibido por lahija del rey no tuvo privilegios y que fue tratada como una persona normal.