Ya son 27 mil personas de nacionalidades distintas a Siria e Irak las que integran las filas del Estado Islámico (EI). De ellas, al menos 26 son sudamericanas provenientes de Argentina y Brasil, tal como lo dio a conocer el informe del Soufan Group de Estados Unidos.
Este instituto de inteligencia detalla que tres de estos sujetos son brasileños, lo que ya fue reconocido por el gobierno de Dilma Rousseff. Dichas personas no volvieron nunca a sus casas tras viajar a Medio Oriente.
Por su parte, la Casa Rosada cuando aún estaba Cristina Fernández en el poder no confirmó la información sobre los 23 argentinos yihadistas.
La gestión para reclutar a estos sudamericanos se habría realizado a través de redes sociales, especialmente en la primera fase del proceso, cuando el grupo comenzaba a expandirse. Lo que el análisis de Soufan agrega respecto al perfil de los nuevos combatientes es que "no se ve un patrón de reclutamiento similar al de Europa o los países que conformaban la Unión Soviética".
Tomando en cuenta que el EI está conformado en parte por 6.000 tunecinos, 2.500 sauditas, 2.400 rusos, 2.100 turcos y 2.000 jordanos, el informe concluye que en el caso de los sudamericanos "los números son muy bajos".
También parece pequeña la cifra cuando se la compara con los 5.000 nuevos terroristas europeos: son unos 1.800 franceses, 1.000 británicos, 1.0000 alemanes y casi 500 belgas.
En total, entre 27.000 y 31.000 yihadistas extranjeros de 86 países distintos están presentes en Siria e Irak, más del doble de los 12.000 que había contabilizado el grupo en junio de 2014 y ello "a pesar de los esfuerzos internacionales para contener al grupo Estado Islámico".
"El fenómeno de los yihadistas extranjeros en Irak y Siria es realmente mundial", indica el Soufan Group, con sede en Nueva York.
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