A dos años del devastador terremoto y tsunami ocurrido en Japón, un grupo de operadores de energía nuclear solicitaron reabrir diez reactores que permanecían cerrados tras el desastre de la central de Fukushima.
La petición, que fue realizada a la Autoridad de Regulación Nuclear (NRA por su siglas en inglés), está basada en la nueva legislación que exige un resguardo mayor respecto a posibles maremotos, movimientos telúricos y ataques terroristas.
Según la NRA, la solicitud tardará varios años en completarse, debido a que cada reactor demorará seis meses en ser revisado por los expertos. Además de la aprobación de los especialistas, las empresas tendrán que buscar el apoyo de líderes políticos de las zonas donde están ubicadas las plantas que podrían ser reabiertas.
Desde el fatal terremoto que generó un desastre nuclear en la central de Fukushima, donde hubo filtraciones radiactivas, sólo dos reactores permanecía activos en el país.