Equipos de investigadores y observadores de varios países llegaron este sábado a Ucrania para examinar el lugar donde el jueves se estrelló un avión de pasajeros de Malasian Airlines, probablemente derribado por un misil.
Holanda, que tenía a 189 de sus ciudadanos entre las 302 personas que iban a bordo, todas fallecidas, envió un equipo de la oficina holandesa de la seguridad.
El ministro de Relaciones Exteriores, Frans Timmermans, que acompañaba a la delegación, dijo esperar poder acceder a la zona del accidente "para que los expertos puedan lleva a cabo su investigación" y no descarta negociar con los rebeldes prorrusos si es necesario.
El Boeing 777 cubría la ruta Amsterdam-Kuala Lumpur,
Malasia ha enviado por su parte a un equipo de 62 personas que llegará el sábado a Kiev, la capital de Ucrania. La compañía Malaysia Airlines está controlada indirectamente por el estado.
En la zona del accidente, que abarca varios kilómetros cuadrados, los bomberos colocaron bastones con pañuelos blancos en los lugares donde hay restos mortales.
Mientras tanto los socorristas siguen reuniendo los efectos personales de las víctimas, entre ellos juegos de naipes o guías turísticas de Bali de pasajeros que iban de vacaciones.
Los primeros observadores —treinta miembros de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y cuatro representantes de la agencia de la aviación ucraniana— llegaron el viernes al lugar.
El presidente estadounidense Barack Obama y la jefa del gobierno alemán Angela Merkel, igual que numerosos dirigentes de todo el mundo, pidieron durante una conversación telefónica que los investigadores tengan "un acceso completo, ilimitado y seguro" al lugar del accidente.
El FBI y la autoridad estadounidense de transportes también enviarán investigadores.
Como consecuencia de la catástrofe, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (AESA) recomendó "encarecidamente" evitar el espacio aéreo del este de Ucrania y el de Crimea.
Agencia AFP.