Israel no sólo no acepta la reciente decisión de la ONU de incluir a Palestina como miembro observador, sino que ha puesto en marcha una dura ofensiva para dejar en claro su irritación por la medida.
Si el viernes el Gabinete de Gobierno aprobó la construcción de 3 mil nuevas viviendas en Jerusalén y Cisjordania, este domingo se hizo pública una resolución unánime que rechaza por completo la resolución del pasado jueves en las Naciones Unidas, al tiempo que se supo que este mes no serán transferidos a la Autoridad Nacional Palestina (ANP) los impuestos recaudados por Israel.
Dos decisiones que, sin duda, contribuirán a deteriorar aún más la siempre frágil situación en Oriente Medio.
"El pueblo judío tiene un derecho natural, histórico y legal a su tierra con su capital eterna en Jerusalén. El Estado de Israel como hogar para el pueblo judío tiene derechos y reclamaciones sobre áreas en disputa en la tierra de Israel", indicó el texto.
En opinión del Gobierno hebreo, la resolución de la ONU no cambia el estatus de las zonas en disputa y no pone fin a los derechos de Israel sobre estas tierras, según explica el diario Jerusalem Post. Por si fuera poco, también se afirma que el texto aprobado en Nueva York no se convertirá en la base para ninguna negociación futura.
Pero esto no fue todo, ya que poco después de la reunión del gabinete, el ministro de Finanzas, Yuval Steinitz, aseguró que este mes la ANP no recibirá los fondos en concepto de impuestos que Israel recauda en nombre de los palestinos.
Steinitz afirmó que "usaré los fondos para pagar las deudas de la ANP con la compañía eléctrica (israelí)".
Antes del encuentro, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, aseguró que haría todo lo posible por detener este "ataque contra el sionismo. Israel no permitirá que Judea y Samaria se conviertan en una base terrorista desde la cual lanzar misiles contra ciudades israelíes".
"No habrá un Estado palestino hasta que Israel sea reconocido como un Estado judío junto con una resolución para poner fin al conflicto", sentenció.