Italia ha rescatado a 4 mil inmigrantes a bordo de embarcaciones que intentaban alcanzar las costas europeas en las últimas 48 horas.
Las mejores condiciones del mar y los disturbios en Libia, inmersa en el caos y el aumento de las milicias, tres años después del derrocamiento de Muamar el Gadafi, han incrementado las cifras de aquellos que se arriesgan a iniciar un peligroso viaje en mar desde el norte de África para tratar de llegar a Europa.
"La emergencia está empeorando y no hay interrupción en las embarcaciones que llegan", dijo el ministro del Interior, Angelino Alfano, a la radio estatal RAI. "Este tema es serio y Europa debe atenderlo, inmediatamente, porque no es una frontera mediterránea sino una frontera europea", agregó.
Roma ha instado repetidamente a la Unión Europea para que asuma un papel mayor en la vigilancia de los mares ya que los inmigrantes que llegan a Italia viajan hacia otros países de la región. Según confirmó el ministro del Interior, 15 mil inmigrantes habían llegado a Italia por mar desde principios de 2014.
Los rescates durante los dos días pasados incluyeron a un grupo de 1.049 inmigrantes con 91 mujeres y tres bebés, que fueron localizados por un helicóptero de la Marina y un avión no tripulado cuando sus embarcaciones sufrían dificultades. Fueron trasladados por barcos y trasladados a puertos en la isla de Sicilia.
Alfano dijo que el miércoles dos embarcaciones comerciales alertadas por las fuerzas italianas estaban ayudando a 661 personas en necesidad y que al menos uno de los inmigrantes había muerto durante el viaje.
"Mientras hablamos, hay traficantes de personas, comerciantes de muerte, ganando y lucrándose de seres humanos, de la muerte de otros hombres, e incluso de nuestros rescates por mar puntuales porque eso acorta sus viajes, por lo tanto más beneficio y menos riesgo", dijo.
Italia es una puerta de entrada importante a Europa para inmigrantes que cruzan el Mediterráneo, a menudo en embarcaciones frágiles y abarrotadas.
Dos naufragios en octubre, uno en el que se ahogaron 366 eritreos y otro con 200 personas, en su mayoría sirias, murieron, provocó que el Gobierno italiano pusiera a su Armada en vigilancia permanente en las aguas entre Sicilia y el norte de África.