Barack Obama vio interrumpido su discurso por un joven del público que a gritos solicitó al presidente que paralice las deportaciones de inmigrantes irregulares en Estados Unidos.
"Usted tiene el poder para detener las deportaciones para todos”, gritó el joven.
Este sorprendente hecho ocurrió durante un discurso de Obama en San Francisco (California), precisamente para hablar de su reforma migratoria.
El joven denunció, interrumpido al mandatario, que 11,5 millones de inmigrantes viven como indocumentados en los Estados Unidos y pidió una rápida actuación al presidente.
Obama, sorprendido, decidió responder al joven, pidiendo a los miembros de seguridad que no actuasen contra él: "Lo que estoy proponiendo es el uso de nuestros procesos democráticos para lograr ese mismo objetivo, pero no va a ser tan fácil como gritar".
El presidente aseguró que la mayoría de los estadounidenses aprueban su reforma migratoria. Según una reciente encuesta, al menos el 63% de la población del país está de acuerdo con facilitar un camino a la ciudadanía a los indocumentados.
Obama acudió al Barrio Chino de San Francisco para defender que estas medidas provocarían una bonanza económica para el área de la bahía, así como para otras comunidades a nivel nacional. En este sentido, ha recordado que el 35% de los dueños de negocios en la emblemática ciudad californiana son inmigrantes, muchos de ellos estadounidenses de origen asiático.
"No hay que ser economista para darse cuenta de que los trabajadores serán más productivos si tienen a sus familias con ellos o si no están preocupados por la deportación", aseguró.