Click acá para ir directamente al contenido

Joven que superó parálisis: "Oía a mi familia, pero ellos no sabían que estaba despierta"

Brisa Alfaro tenía 32 años cuando sufrió un infarto cerebral que la dejó en coma. Al despertar no podía abrir los ojos ni demostrar a su familia que estaba consciente.

24Horas.cl TVN

Viernes 29 de abril de 2016

Tuvo que avanzar desde la inmovilidad completa a poder manejar sus dedos y luego volver a caminar.

Brisa Alfaro, hoy de 34 años, relató al Daily Mail cómo fue su experiencia tras sufrir un infarto cerebral que la dejó en coma y, además, con "síndrome de enclaustramiento".

La condición describe el estar despierto, pero no poder mover el cuerpo de ninguna forma, situación que vivió Brisa tras despertar en el hospital y sentir a toda su familia alrededor.

Revisa su historia a continuación.

El infarto

Brisa recuerda que el 2014 viajaba de Los Ángeles a Nueva York, en Estados Unidos, cuando sufrió una reacción alérgica.

Todavía no sabe a qué, pero esa alergia pudo haberle salvado la vida ya que permitió que estuviera en un recinto médico cuando sufrió el infarto cerebral que la dejó en coma.

"Estaba en el avión y sentí que mi cara estaba hinchándose y se sentía horrible" contó al Daily Mail. "En cuanto llegué a mi casa, tomé dos pastillas antialérgicas y me fui a dormir esperando sentirme mejor".

Sin embargo no pudo dormir y, tras sentirse muy débil, decidió hacer una videollamada a su madre, quien vio su rostro y le dijo que fuera a urgencias.

"Los doctores no creen que la reacción alérgica tenga que ver con el infarto (...) creen que fue una coincidencia y no saben realmente cuál fue la causa del infarto", relata.

"Si no hubiese estado en el hospital, no podría haber sido tratada tan rápidamente y quizás no habría sobrevivido", reflexiona.

Síndrome de enclaustramiento

Una semana después del infarto se despertó y, a pesar de sentir su cuerpo, no podía mover ni un solo músculo.

Su familia estaba junto a ella: su padre, su madre y sus hermanos la rodeaban y vigilaban pensando que no podía escucharlos ni sentirlos.

 

"Podía oír a mi familia y doctores moverse. Estaban hablando de mí, de mi diagnóstico y tratamiento, pero no sabían que estaba despierta", relata Brisa.

Tras una semana despierta pero con el "síndrome de enclaustramiento", logró que uno de sus dedos se moviera ligeramente. Su mamá se dio cuenta y alertó al doctor.

Según el Daily Mail, Brisa encontró en el diagnóstico que daban a su familia la fuerza para seguir tratando de moverse.

De a poco, el resto de sus extremidades comenzaron a responder y pudo salir desde el coma a la conciencia.

Por tres meses fue alimentada a través de un tubo y por dos meses debió usar una silla de ruedas para poder moverse.

La recuperación

"Progresaba más rápido de lo que cualquiera esperaría", relata. "Comencé a ir al gimnasio y, con la ayuda de un entrenador pudo empezar a recuperar su fuerza y levantar pequeños pesos".

"Fue muy raro porque antes yo era muy atlética, pero tuve que aceptar que las cosas habían cambiado", lamenta Brisa.

A pesar de todo lo que vivió, la joven decidió que utilizaría su experiencia para dar motivación y esperanza a otros, y se volcó a las redes sociales para mostrar sus avances.

Usando el hashtag #nomorebaddays (#nomásdíasmalos) la mujer subió imágenes de su recuperación, que hoy está completa.

Fotos: Instagram / @brisanyc.