A sólo un día que se conozca el veredicto contra las Pussy Riot, la jueza, que sigue el proceso, fue amenazada.
La jueza, Marina Syrova, quien mañana dictaminará el castigo que recibirán las tres miembros de la Pussy Riot, debió recibir protección del Estado.
Las tres integrantes de la banda punk, son acusadas del delito de "incitación al odio religioso" tras haber realizado cánticos contra el presidente ruso, Vladimir Putin, al interior de una catedral ortodoxa.
Los fiscales han pedido que se castigue a las punkies a tres años de presidio.