Click acá para ir directamente al contenido

Chile respondió

Revisa cómo fue la primera jornada de alegatos de nuestro país. Abogados aseguran que se comprobó la existencia de tratados.

José Morgado

Jueves 6 de diciembre de 2012

Al subir al estrado, el agente Alberto van Klaveren de inmediato comenzó a enumerar uno a uno los tratados firmados entre Chile, Perú y Ecuador. Entre ellos destacó los de 1952, 1954 y la construcción conjunta de faros en 1968 y 1969, los que iluminan el paralelo en el Hito 1.

"Estos argumentos ya son suficientes para argumentar el caso de Chile, pero el caso de Chile no solo se basa en acuerdos", declaró, apuntando a la práctica aceptada "durante décadas" por ambos países.

Respecto a los cuestionamientos peruanos a la Declaración de Santiago (1952), el agente indicó que "esta declaración es y siempre ha sido un tratado".

"Perú tampoco da ninguna evidencia de que esta frontera sea un mero acuerdo de pesquería", añadió.

El abogado aseguró que la postura peruana de desconocer la delimitación, pese a aceptarla por años, "confirma la flaqueza del caso que presenta Perú".

"DECLARACIONES IRRELEVANTES"

Van Klaveren indicó que el tratado de 1952 no sólo es aceptado como un acuerdo limítrofe por Chile, Perú y Ecuador, sino que también ha sido ratificado por la comunidad internacional.

"Perú realiza declaraciones irrelevantes (...) urdiendo una disputa inexistente acerca de la delimitación de la frontera marítima para distraer a la Corte", aseveró. 

Sobre la otra demanda peruana, referida a pedir soberanía de un sector considerado por Chile como de alta mar, Van Klaveren hizo hincapié en que "este reclamo surge solo a partir de la confirmación de la Corte en respecto a la frontera a lo largo del paralelo de latitud".

Es decir, ese "triángulo exterior" sólo se forma a partir de la aceptación del límite planteado por Chile.

"No quedan áreas por delimitar ni reclamos que resolver (...) La insatisfacción de Perú no presenta un argumento legítimo para desestimar una frontera", sentenció al finalizar su intervención.

"TALENTO" PERUANO

A su turno, el francés Pierre-Marie Dupui se refirió a los primeros alegatos de Perú, ironizando que "nos ha confirmado todo el talento de sus abogados" al intentar desconocer los límites marítimos.

El abogado indicó que Lima interpreta de distintas formas el tratado de 1952, a veces como un mero pacto político, y otras como un acuerdo  jurídico "para sus pretensiones".

"Me parece inútil insistir adicionalmente del carácter normativo de la declaración, después del reconocimiento que este elemento a merecido por los alegatos peruanos", añadió, explicando que el país vecino "reconoce el carácter vinculante de al menos uno de los artículos de la disposición".

En ese sentido, Dupui criticó la interpretación "mixta" de Perú a la Declaración de Santiago, llamando a la defensa opositora a definirse si consideran que el tratado es vinculante o no.

El litigante recordó que el Parlamento peruano y los representantes de ese mismo país en las Naciones Unidas fueron año a año ratificando la Declaración de Santiago. De hecho, aseguró que en la ONU Lima habló del tratado en cuestión como un "instrumento de derecho positivo".

"Me pregunto si existirá en estos momentos una escuela surrealista del derecho internacional", finalizó de manera irónica Dupui, insistiendo en la -a su juicio- inconsistencia de Perú al no reconocer la Declaración de Santiago como un tratado limítrofe.

El estadounidense David Colson, por su parte, centró su presentación en explicar el paralelo planteado por Chile como límite marítimo, el cual se traza desde el Hito 1 y no desde el punto Concordia, como plantea Perú.

"PERÚ SABÍA LO QUE ESTABA HACIENDO"

Tras un break de 15 minutos, tomó la palabra el abogado australiano James Crawford.   

El litigante partió citando las declaraciones de la defensa peruana respecto a que los acuerdos eran sólo por temas técnicos y limitados, pero en ningún caso definían materias limítrofes.

"Es cierto que era limitado, se limitada a la zona fronteriza", replicó, dando paso a una enumeración de todas las ratificaciones que realizó Perú al tratado de 1947, donde se acordó establecer un "paralelo" para definir el límite marítimo.

En la misma línea, el abogado indicó que "Perú, Chile y Ecuador todos convinieron en este método (para determinar el límite) y nada de lo que ha dicho Perú esta semana lo contradice".

"Las nuevas afirmaciones de Perú sobre la delimitación en el sentido de que era algo informal o temporal es absolutamente incierto. Ellos tenían plena conciencia de lo que estaban haciendo", añadió, refiriéndose a la argumentación peruana sobre que ninguno de los firmantes de su país entendió que el tratado de 1952 era sobre límites marítimos.

Crawford acusó a la defensa peruana de no publicar en sus argumentos algunas partes claves de la Declaración de Santiago, en las que se confirmaría que los 3 Estados acordaron definir los límites marítimos, hablando en todo momento de "delimitación".

Según él, Lima sólo se refirió los puntos sobre la caza de ballena y otras materias pesqueras, obviando además las circunstancias en que se firmó el acuerdo.

"Una vez acordadas las fronteras (estas) son de gran importancia y han de ser respetadas. No se puede dar marcha atrás a 60 años", aseveró.

El abogado además indicó que las detenciones a flotas peruanas que cruzaron la frontera fueron siempre basándose en la Declaración de Santiago, lo que dio el sustento jurídico al acto. 

DOCUMENTOS ALTERADOS

Crawford denunció que la defensa peruana, al presentar los documentos del tratado de 1954, eliminó elementos fundamentales del texto.

Por ejemplo, entregó a la Corte una copia sin el sello del Ministerio de Relaciones Exteriores de Perú, donde quedaría de manifiesto su adhesión al acuerdo.

Además, según el abogado, eliminaron párrafos completos del escrito, donde desaparecen las palabras claves "límite marítimo".

"Una vez más Perú procura usar la tecla eliminar, en vez del razonamiento", disparó.

RELACIÓN CASO COLOMBIA-NICARAGUA

Crawford cerró su presentación haciendo un resumen de todos los acuerdos y posteriores ratificaciones entre ambos países, respondiendo así a la tesis peruana de que el caso chileno se basa en un "rompecabezas".

"Perú ha pasado de largo, no ha tomado nota de todo este material. Ha intentado colmar las brechas repitiendo una y otra a vez a la Corte los alcances del caso Nicaragua-Colombia", expresó, aclarando que en ese caso no había frontera clara, mientras que en este sí existe.

"Si dos estados convienen dar acuerdo a una frontera marítima es porque existe (...) He demostrado que había un acuerdo", sentenció el australiano.