La justicia argentina lleva adelante las investigaciones para determinar la veracidad de las denuncias establecidas por la joven Nahir Galarza, quien asegura haber sido víctima de abuso sexual al interior de la cárcel donde cumple cadena perpetua por el crimen de su novio hace algunos años atrás.
La reclusa apunta a una compañera de pabellón por los hostigamientos. Debido a esta situación, durante todo este mes la justicia trasandina escuchará las versiones de las testigos potenciales del hecho.
Ludmila Soto es la interna a quien culpa Galarza. En ese marco, la supuesta víctima señala que "durante mucho tiempo estuvo atrás mío, se me tiraba. Al principio yo pensé que estábamos jodiendo porque teníamos una muy buena relación de amigas, hacíamos todo juntas".
En declaraciones recogidas por el medio argentino TN Noticias, la joven asegura que "ella se empezó a confundir y yo le aclaré que estaba todo bien, me encantaba ser su amiga, pero que a mí me gustan los chicos. Entonces se enojó y se cortó la relación".
El fiscal Pablo Zoff empezó a tomar declaración a otras presas que habrían sido testigos del hecho. De la versión que entreguen, el persecutor reunirá las pruebas para avalar o descartar la acusación de Nahir.
Cabe recordar que el caso de la joven se remonta a finales de diciembre de 2017, cuando asesinó en la ciudad de Gualeguaychú a Fernando Pastorizzo con quien tenía una relación sentimental en ese entonces.
Pese a que la joven ha cambiado su versión sobre los hechos en reiteradas ocasiones, para la Justicia ella le disparó "en forma intencional y dirigida" a Fernando, dictaminando que no fue víctima de violencia de género como ella ha dicho y que el joven era su novio.