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Kenia, conmocionada un día después del ataque yihadista en Garissa

El ataque, el más mortífero en Kenia desde el perpetrado por Al Qaeda contra la embajada estadounidense en 1998, en el que murieron 213 personas, conmocionó a todo el país. 

24Horas.cl TVN

Sábado 4 de abril de 2015

Familiares de estudiantes de la universidad keniana de Garissa, donde yihadistas somalíes shebab mataron a 148 personas, intentaban este viernes obtener información sobre sus seres queridos, mientras se conocían nuevos detalles sobre lo ocurrido el jueves.

El ataque, el más mortífero en Kenia desde el perpetrado por Al Qaida contra la embajada estadounidense en 1998, en el que murieron 213 personas, conmocionó a todo el país. 

El saldo aumentó este viernes en una víctima. En total murieron 142 estudiantes, tres policías y tres militares, informó el ministro keniata de Interior, Joseph Nkaissery.

El ministro prometió que el país no se dejará "intimidar por los terroristas" y que será capaz de "ganar esa guerra". 

El presidente estadounidense, Barack Obama, llamó este viernes a su homólogo keniano, Uhuru Kenyatta, para expresarle su apoyo frente a la "lacra del terrorismo".

"Conozco la extraordinaria tenacidad del pueblo keniano", indicó Obama en un comunicado, evocando la tierra paterna, que debe visitar en julio.

Los shebab, vinculados a Al Qaida, asaltaron en la madrugada del jueves el campus de la universidad de Garissa (noreste), a unos 150 kilómetros de la frontera somalí, donde estudian cientos de jóvenes originarios de distintas regiones. 

El asalto, que derivó en una feroz toma de rehenes, duró hasta la noche, cuando las fuerzas gubernamentales abatieron a los cuatro asaltantes.

Este viernes, centenares de supervivientes y familiares se agolpaban ante las rejas de la universidad, acordonada por las fuerzas de seguridad. En el interior, se recogían los últimos cadáveres y el ejército rastreaba el campus para asegurarse de que ya no había ningún peligro.

"Estoy tan preocupado, tengo un hijo que estaba entre los estudiantes atrapados en la universidad y no tengo noticias suyas desde ayer", explicó Habel Mutinda, entre sollozos. 

"He intentado identificar su cuerpo entre los muertos", añadió este anciano. "Tengo que hacerlo antes de que se descomponga con el calor (...) He pasado toda la noche aquí, ha sido muy difícil, es doloroso". 

Unos 70 cuerpos llegaron este viernes a la morgue de Nairobi y se sumaron a los 20 trasladados la víspera. Unas 100 personas, sin noticias de sus familiares, esperaban larga y dignamente para poder identificar los cadáveres, observando fotos de sus caras o sus cuerpos. 

Según la Cruz Roja, los cuerpos serán repatriados a la capital. 

'NO TEMEMOS A LA MUERTE'

Unos supervivientes contaron este viernes cómo se divirtieron los shebab con sus rehenes antes de matarlos: los hicieron reptar entre charcos de sangre o llamar a sus padres para pedirles que reclamaran la retirada de las tropas kenianas de Somalia. 

Algunos estudiantes se untaron con sangre de sus amigos ejecutados para hacerse pasar por muertos, mientras los islamistas iban de habitación en habitación en busca de nuevas víctimas. 

"'No tememos la muerte, para nosotros va a ser como unas vacaciones de Pascua', gritaban los asaltantes en swahili, antes de disparar", contó Salias Omosa, de 20 años, un estudiante traumatizado.

Los shebab sorprendieron a los estudiantes mientras dormían, les lanzaron granadas y les dispararon con armas automáticas. 

En primer lugar, mataron a decenas de jóvenes de forma indiscriminada, antes de separarlos en musulmanes y no musulmanes. Luego perdonaron la vida a los primeros y retuvieron a los segundos.  

Maureen Manyengo, una superviviente de 21 años, explicó que se escondió en un armario. 

"Oí cómo los asaltantes decían a mis amigos: 'No os preocupéis, os vamos a matar, pero nosotros también moriremos'", dijo. "También les oí decir: 'Sólo estaréis en seguridad cuando vuestro presidente retire a los soldados de Somalia'". 

Los shebab, debilitados por la intervención de la fuerza militar de la Unión Africana (Amisom) en Somalia, han llevado a cabo espectaculares operaciones de guerrilla en su país, pero también una serie de atentados en Kenia, en represalia por la implicación de ese país en la Amisom. 

Su ataque más sangriento en Kenia fue el asalto al centro comercial Westgate en Nairobi, donde murieron 67 personas, en septiembre de 2013.

La prensa keniana lamentaba este viernes que se ignoraran, una vez más, las advertencias de los servicios de inteligencia, como ocurrió con el ataque del Westgate.

Fuente: AFP

Foto: Reuters