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El niño que quería tocar a Obama

La historia de cómo se sacó la fotografía presidencial más célebre del ala oeste de la Casa Blanca.

Juan Jose Ulloa

Miércoles 23 de mayo de 2012

La edición de este miércoles del diario The New York Times revela la historia detrás de una conmovedora foto que se exhibe en el ala oeste de la Casa Blanca, lugar donde los fotógrafos presidenciales exhiben sus trabajos más destacados.

La exhibición tiene una alta rotación, porque no hay mucho espacio y las fotos van siendo reemplazadas por otras más recientes.

Pero hay una imagen que ha permanecido colgada allí por más de tres años.

La tomó Pete Souza para la cuenta oficial de Flickr, y muestra a un niño de color tocando la cabeza del presidente Barack Obama.

El pequeño se llama Jacob Philadelphia, y en esa fecha tenía cinco años. Su padre, un ex infante de Marina y funcionario oficial había servido por dos años en el Consejo de Seguridad y su periodo allí se terminaba. Como es usual en las salidas de miembros del personal de gobierno, Carlton Philadelphia le pidió al presidente que se retratara con su familia.

Después de las fotos, y cuando la familia ya se iba, el funcionario le dijo a Obama que sus hijos querían preguntarle algo cada uno. Y el pequeño Jacob fue el primero.

-"Quiero saber si mi pelo es como el suyo", le dijo a Obama en voz tan baja que el presidente le pidió que le repitiera la pregunta.

Jacob lo hizo, y Obama le respondió:

-"¿Por qué no tocas y ves por ti mismo?"  Obama se agachó para poner su cabeza a la altura de Jacob, que vaciló.

-"¡Toca, amiguito!", le dijo Obama.

Cuando Jacob le daba unas palmaditas a la cabeza presidencial Souza tomó la foto.

-"Entonces, ¿qué te parece?", le preguntó Obama.

-"Sí, se siente igual", dijo Jacob.

La foto se convirtió en la favorita del personal de la Casa Blanca y, según un asesor de Obama,  quizás lo sea porque en ella Jacob está diciendo “Bueno, sí somos iguales". También puede serlo, dijo, porque aunque la política puede ser un negocio cínico, hay momentos -tal como éste- que te recuerdan que vale la pena.

Entrevistado por el mismo periódico, el padre de Jacob, hoy de servicio en Afganistán, dijo que tiene una copia de la foto colgada en su casa y que le parece importante que  los niños negros vean a un hombre de color como presidente. “Uno llega a creer que cualquier posición es posible de alcanzar si uno ve a un negro en ella", dijo.


Jacob, hoy 8 años, de hecho dijo que quiere ser presidente… "o un piloto de prueba".