Argentina se enfrenta este domingo 22 de noviembre a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Un escenario con muchos matices y señales de cambio que vale la pena conocer para evaluar la influencia que podría tener en toda la región latina.
Para entender mejor el panorama que viven los trasandinos hay que considerar las siguientes claves:
1. ¿CÓMO FUNCIONA EL BALOTAJE EN ARGENTINA?
Parece extraño si lo comparamos con Chile, pero en la historia de la política del país vecino nunca se ha realizado una segunda vuelta en elecciones presidenciales. Esto porque el sistema está confeccionado para evitar lo más posible el temido balotaje.
La Constitución establece en dos de sus artículos que para vencer el candidato debe obtener más del 45% de los votos en primera vuelta, independiente de quien le siga. Pero además, también se afirma que podrá salir electo quien alcance el 40% de los votos afirmativos y tenga una diferencia de 10 puntos con el segundo aspirante.
La única vez en la que se estuvo cerca de esta instancia fue en 2003, cuando el peronista con tendencia neoliberal Carlos Menem (presidente 1989-1999) logró el 24% y el opositor de izquierda Néstor Kirchner el 22%. Pese a los puntos de ventaja el ex presidente dio un paso al costado tras evaluar las encuestas que predecían una abrumadora derrota.
"El sistema de balotaje de Argentina es único en el mundo y ahora ha tenido un efecto en la cultura de la política porque vimos el primer debate y el impacto de este. Esto puede trazar un cambio importante e interesante en Argentina y también en la región", indica Emilio Ugarte, periodista y Magister en Estudios Internacionales a 24Horas.cl.
Ugarte también afirma que las causas de una segunda vuelta están marcadas por un "evidente desgaste del kirchnerismo", agregando que "mucha gente tiene la sensación de que cumplieron la misión que tenía - sanear la economía argentina, levantar al país, darle gobernabilidad- pero que hacen falta ciertas cosas, un salto, un atrevimiento en lo económico, una apertura a la oposición".
2. ¿QUIÉNES SON LOS CANDIDATOS?
- DANIEL SCIOLI, 58 años, gobierna la provincia de Buenos Aires desde 2007. Fue vicepresidente con Néstor Kirchner (2003-2007), secretario de Turismo y Deportes con Eduardo Duhalde (2002 - 2003) y dos veces diputado, una en 1997 por el partido Peronista y en 1989-1999 con Carlos Menem. Es el candidato oficialista. En primera vuelta obtuvo 36,8% de apoyo.
- MAURICIO MACRI. 56 años, es jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde 2007. Fue diputado por el PRO (Propuesta Republicana, partido que él mismo creó) durante 2005 y 2007. Fue presidente de Boca Juniors entre 1995 hasta 2008. En primera vuelta obtuvo 34,3% de los votos.
Algunos datos de contexto sobre la situación actual de Argentina y los últimos cuatro años de gobierno de Cristina Fernández:
| DATO | 2011 | 2014 |
| PIB | 8,4% | 0,5% |
| Inflación | 17,8% | 28,2% |
| Desempleo | 7,2 | 7,5 |
| Deuda en miles de millones de pesos argentinos | 826,855 | 1.998,020 |
| Deuda en relación al %PIB | 35,8% | 45,3% |
| Inversión extranjera directa US$ | 10.719.930.944,7 | 6.612.041.979,6 |
| Tasa de incidencia de pobreza sobre base de US$3,10 por día | 3,6% | 3,6% (2013) |
| % población mayor de 65 | 10,2% | 11,5% |
| % PIB destinado a educación | 5% | 5,1% (2012) |
| % PIB destinado a sanidad | 6,3% | 7,3% (2013) |
| Población con acceso a instalaciones sanitarias | 95,2% | 96,1% |
| Población (nillones) | 40,73 | 42,98 |
| Índice de GINI | 0,43 | 0,42 (2013) |
Fuentes: Banco Mundial y FMI
3. ¿QUÉ PROPONE CADA UNO DE ELLOS?
Se identifica a Macri con el lado más liberal y económico y a Scioli con el más social. Pero el profesor de la Universidad Católica y experto en historia contemporánea, Alejandro San Francisco, acota: "no hay nada mejor para el progreso social que el crecimiento económico". Igualdad, superación de la pobreza y la inflación son, para Alejandro San Francisco, los tres componentes fundamentales que deben afrontar para avanzar en el impulso económico del país.
A grandes rasgos, los dos apoyan un modelo basado en la exportación de la soja, reduciendo los impuestos a las ventas internacionales. También están a favor de la megaminería y el fracking y buscarán inversiones para explotar el yacimiento de gas y petróleo de Vaca Muerta, nacionalizado por la actual mandataria, Cristina Fernández.
En el terreno social, ambos han prometido mantener los 18 millones de planes sociales del kirchnerismo. Macri, sin embargo, los irá eliminando a medida que los beneficiados consigan empleo. Ninguno de los dos propone legalizar el aborto o el consumo de marihuana.
En materia económica, los cambios de Scioli son limitados. Entre ellas, destaca su promesa de aumentar el impuesto a las ganancias y subir las jubilaciones, además de mantener los fuertes subsidios a la energía. En las últimas semanas afirmó que levantaría gradualmente "el cepo al dólar", la restricción de la compra de divisas estadounidenses impuesto por la todavía mandataria.
Macri es más radical al respecto, anunciando el fin del "cepo al dólar", además de unificar el precio de la divisa, ya que durante la era Kirchner la moneda se mantuvo "artificialmente" bajo, creando la brecha en el precio de la moneda en el mercado paralelo.
Ambos han prometido mejorar las estadísticas del país, incluyendo la medición de pobreza, que dejó de realizarse durante el kirchnerismo.
4. ¿CON QUÉ DESAFÍOS SE ENCONTRARÁ EL PRÓXIMO GOBIERNO?
Gane quien gane los desafíos son más o menos similares. Los expertos coinciden en que el nuevo Ejecutivo argentino tendrá que fortalecer las instituciones, en lugar de buscar la trascendencia personal; además de focalizar sus fuerzas en el crecimiento económico y la lucha contra la delincuencia.
"Hasta Scioli ha dicho que se necesita un cambio", insiste el profesor Alejandro San Francisco, para quien hay un desafío social importante ante estudios que afirman que hay 11 millones de pobres, lo que supone un 30% de la población.
A Scioli lo espera el desafío de mantener los logros de los Kirchner, especialmente el saneamiento de la economía. Pero también cambiar la forma de hacer política al menos públicamente, explica Emilio Ugarte.
"Es una de las cosas que se le ha criticado a Cristina Fernández, y es que se ha creado enemigos donde no los hay y la política comunicacional de ella es muy agresiva", comenta.
De ganar Macri la prueba más fuerte está en cómo va a repartir el poder en una coalición muy heterogénea con gente que incluso viene del mundo progresista. "El PRO- de derecha- es un partido todavía débil, es fuerte en Buenos Aires pero no en el resto del país".
El candidato opositor debe tener cuidado con una estructura sólida que protege de manera estatal las materias económicas y sociales, "lo que es bien mirado por la mayoría de la población".
"El mismo Macri ha dicho que el Estado no se va a tocar. No sabemos lo que va a pasar después pero al menos no está la intención porque eso sería un costo político muy fuerte".
4. LA GRAN INCÓGNITA, ¿DÓNDE IRÁN LOS VOTOS DE MASSA?
Sergio Massa, el excandidato presidencial del partido Unidos por una nueva alternativa, quedó fuera de la lucha por el sillón presidencial en primera vuelta. Con un 21,34% de los votos, salió tercero en preferencias y sólo conquistó a la norteña provincia de Jujuy.
Pero sus seguidores podrían definir la ajustada disputa electoral del día 22 de noviembre. Si bien es cierto Massa no se ha pronunciado abiertamente por ninguno de los dos candidatos, "él ha dicho que los votos son libres", analiza el profesor San Francisco; pero "también ha dicho que ganaría Macri y que es necesario un cambio. Es una señal y es importante en una elección tan estrecha".
Para el doctor en Estudios Latinoamericanos, Gilberto Aranda, el mensaje indirecto de Massa es claro: El ex postulante ha dejado en libertad de acción a sus votantes, "pero también ha manifestado que él no está por la continuidad de Scioli o el tipo de continuidad de los Kirchner".
Recordemos que la vertiente de Massa es de una tendencia del peronismo, pero disidente del gobierno actual. Por lo tanto sus palabras se pueden traducir como "o votar por Macri o votar en blanco".