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Las claves para entender el conflicto en Egipto

Una profunda crisis económica e inestabilidad democrática tienen a la nación egipcia en una complicada encrucijada.

Alejandro González

Miércoles 3 de julio de 2013

La actual crisis egipcia comienza en 2010 con la llamada Primavera Árabe, que tuvo uno de sus más grandes hitos con la caída del régimen dictatorial de Hosni Mubarak que se extendió por más de 30 años.

Egipto tendría la responsabilidad, desde ese momento, de elegir a un nuevo presidente a través de mecanismos democráticos después de un largo letargo institucional. En 2012, Mohamed Mursi llega al poder y su misión era liderar la transición y lograr distribuir el poder en nuevas reparticiones civiles elegidas por el pueblo egipcio.

Pero durante su mandato no pasó demasiado y al cumplirse un año desde su llegada al poder, la economía del país empeoró, cometió errores como aprobar una Constitución de corte islamista e intentó otorgarse poderes absolutos como jefe de Estado.

La situación era demasiado parecida a lo que se vivió durante los últimos años de Mubarak, lo cual fue percibido por la ciudadanía, obligándolos a salir nuevamente a las calles y manifestarse en contra del Gobierno.

QUIEBRE POLÍTICO

En Egipto hay dos fuerzas protagonistas: las Fuerzas Armadas y los Hermanos Musulmanes, agrupación fundamentalista a la cual pertenece Mohamed Mursi y cuya ideología basada en el Corán y el islamismo, inspiró sus reformas que terminaron siendo rechazadas por la sociedad egipcia.

Ante la incapacidad de Mursi y la Hermandad de frenar las protestas de los manifestantes, las Fuerzas Armadas del país decidieron interceder y ofrecer una "hoja de ruta" para Egipto en esta accidentada etapa de transición.

Ofrecimiento que finalmente se tradujo en un golpe de Estado en Egipto, suspendiendo su Constitución y llamando, nuevamente, a elecciones democráticas.

PROBLEMAS DE LA ECONOMÍA

El desempleo en Egipto ya supera el 13 por ciento, en un país donde habitan más de 82 millones de personas. Del mismo modo, uno de los grandes problemas que el gobierno de Mursi no pudo administrar es la escasez de combustibles y créditos, lo cual ha disminuido la inversión en el país.

Con estos antecedentes, el gobierno de Mursi fue incapaz de cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional para inyectarle recursos a los caudales públicos y ordenar la economía interna, con un crédito de 14.500 millones de dólares.

LOS MANIFESTANTES

 

Las manifestaciones en distintos puntos del país, entre ellas las protestas en la plaza Tahrir en El Cairo, han sido convocadas por el movimiento popular Tamarod.

Este grupo opositor amenazó, desde el comienzo de la rebelión, con una campaña de desobediencia civil estableciendo nexos de diálogo con las Fuerzas Armadas, policía y justicia para que se hagan cargo de sus demandas.

Quienes conforman la oposición al otrora gobierno de Mursi, son grupos heterogéneos quienes creen que él ha "traicionado" los valores y principios de la "revolución" iniciada en la Primavera Árabe de 2010 y lo prometido, posterior a la caída de Mubarak.

Del mismo modo, son personas que están lejos del conservadurismo islámico que propone, por ejemplo, la Hermandad Musulmana y Mohamed Mursi.