"Cuando Gobierne, bajará el paro". Esta es la frase, pronunciada por el Presidente de España, Mariano Rajoy, en plena campaña electoral, que sigue encendiendo a los hispanos.
La frase se extrae de titular de esta entrevista que el mandatario ofreció al diario El Mundo. Una entrevista ilustrada con una imagen en la que el gobernante aparecía frente a una oficina que atienden a los desocupados.
Una frase, aseguran, que nunca se cumplirá. Esta semana se conocieron los últimos datos de desempleo en el país, que siguen mostrando una tendencia al alza. La cota superó en esta ocasión los 6’2 millones de personas desocupadas, el 27,16% de la población.
Nunca antes en España había habido tantas personas sin trabajo, mientras que el número de ocupados también empeora y retrocede a niveles de hace una década. Lo peor, el desempleo juvenil alcanza cotas inesperadas, subiendo hasta el 57%.
Pero esta no es la única promesa incumplida del actual presidente que mantiene enfadada a la población del país. Otra de las que más enfurece a los españoles tiene que ver con la subida de impuestos. Antes de llegar al poder, el partido de Rajoy hacía campaña contra la “irresponsable e injusta” subida de impuestos, como el IVA. Llegó a decir que un incremento de las cargas era el “lanzazo del mal gobernante”. Meses después subió los impuestos básicos y el IVA hasta el 21%, y acaba de amenazar con la necesidad de volver a incrementar los mismos.
Además de caer sus niveles de popularidad, también han caído la confianza en los políticos y en las instituciones del país. Los casos de corrupción se acumulan en los tribunales. Los problemas crecen. Las medidas no funcionan, pero el rumbo, después de dos años de gobierno, continúa siendo el mismo. España no encuentra aún la luz al final del túnel.