"No podemos borrar el pasado, pero tenemos que aprender las lecciones, lamentar estos hechos y confiar en la misericordia de Dios".
Con esta palabras, el sacerdote Eduardo Robles asumió como nuevo director de los Legionarios de Cristo por un periodo de 6 años, y lo hizo recordando el episodio que marca negativamente desde años a la congregación: los excesos y abusos sexuales de su fundador, Marcial Maciel, que lo hicieron hasta tener tres hijos con seminaristas.
La situación no es fácil para la congregación, ya que la denuncia por parte de la Organización de Naciones Unidas (ONU) contra el Vaticano les incluye como encubridores de abusos sexuales.
Ante esta polémica, Eduardo Robles asume a la cabeza de los Legionarios tras ser ratificado por el Papa Francisco, sustituyendo al padre Álvaro Corcuera, quien a su vez reemplazó a Maciel mientras era investigado.
En el Capitulo General, que constituye la más alta instancia de autoridad interna de la congregación, se dio a conocer un comunicado en que reiteran sus disculpas por los crímenes cometidos por Marcial Maciel.
"Nuestro fundador falleció en 2008 y suplicamos para él la misericordia de Dios. Al mismo tiempo queremos expresar nuestro hondo pesar por el abuso de seminaristas menores de edad, los actos inmorales con hombres y mujeres adultos, el uso arbitrario de su autoridad y de bienes, el consumo desmesurado de medicamentos adictivos y el haber presentado como propios escritos publicados por terceros. Nos resulta incomprensible la incoherencia de seguirse presentando durante décadas como sacerdote y testigo de la fe mientras ocultaba estas conductas inmorales", expresaron.
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