Una nueva jornada de violencia se ha vivido este fin de semana en Libia con enfrentamientos armados entre milicianos y residentes en Trípoli, en uno de los peores combates que ha visto la ciudad desde el derrocamiento del ex dictador, Muammar Gaddafi.
Los combates, que comenzaron este viernes, han dejado un saldo de 36 muertos y más de 400 heridos según reportan agencias internacionales.
El combate del viernes, el peor que se ha visto en Trípoli en varios meses, comenzó cuando milicianos dispararon primero al aire y después contra cientos de manifestantes que exigían su expulsión de la capital, tras los repetidos enfrentamientos con otras facciones armadas por el control de diversos barrios.
Los manifestantes se replegaron en un inicio, pero volvieron fuertemente armados para atacar los edificios donde se habían escondido los milicianos, en su gran mayoría provenientes de la ciudad costera de Misrata.
Decenas de soldados en camiones militares llegaron posteriormente para intentar separar a la multitud y a los milicianos en el recinto, y cerraron los caminos para evitar que más gente armada se uniera al enfrentamiento.
El primer ministro Ali Zeidan denunció la muerte de los manifestantes. "La manifestación era pacífica y había sido permitida por el Ministerio del Interior, y entonces se abrió fuego contra los manifestantes mientras ingresaban al distrito de Gharghur", dijo.
Mientras tanto, este sábado los enfrentamientos dieron paso al intento de saqueo de la Brigada 101, que depende del Estado Mayor del Ejército libio, ubicada en la periferia de Trípoli, hasta donde habría llegado un grupo de milicianos provenientes de Misrata para sustraer armamento, acto en el que murió uno de los soldados.