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Hitler, "muy interesante"

Cartas de la madre de Isabel II causan sorpresa entre los británicos.

24horas.cl Tvn

Lunes 8 de octubre de 2012

Nueve décadas de correspondencia privada guardada en los Archivos Reales del Castillo de Windsor.

Es el tesoro al que ha tenido acceso William Shawcross, biógrafo oficial de la Reina Madre inglesa.

La reina Isabel II concedió permiso en 2003 a este historiador para que tuviera acceso a las cartas de su madre y escribiera una biografía autorizada, que fue publicada en 2009. Ahora, volvió a recibir el visto bueno para un volumen con una compilación de las mismas misivas. Un extracto de las mismas aparecido en el diario The Telegraph ha causado gran sorpresa entre los británicos.

Los textos revisados se remontan a cuando tenía solo 10 años, cuando escribió el ensayo "Un invento reciente: los aeroplanos". Parte del texto afirmaba que "un aeroplano suele tener forma de puro y tiene un propulsor al final y al final de cada una de las grandes alas blancas, lo que le hace parecer un pájaro. Todavía no son muy seguros y han ocurrido muchos, muchos 'axidentes' (sic)".

La Primera Guerra Mundial comenzó el día de su 14 cumpleaños, en agosto de 1914. Su hermano Fergus murió en la batalla de Loos y otro de sus hermanos, Michael, fue hecho prisionero. Al conocer que estaba vivio, escribió: "Estoy paralizada, pasmada, volviéndome loca. ¿ESTOY LOCA DE PENA O ALEGRÍA? ¡DE ALEGRÍA! Mike está a salvo... ¿No es maravilloso? No puedo creerlo, sí puedo, pero ya sabes a qué me refiero...".

En 1920 conoció al Duque de York, el segundo hijo del rey Jorge V y futuro Jorge VI. Éste la cortejó con insistencia, pero con escasos resultados al principio, siendo incluso rechazadas sus pretensiones matrimoniales en dos ocasiones: "Querido príncipe Bertie, Usted escribe las cartas más agradables de todos los que conozco... Sí, creo que ha sido difícil para ambos, especialmente para usted", afirmó en sus primeras comunicaciones. En enero de 1923, cuando finalmente aceptó, sus misivas cambiaron radicalmente de tono: "Te amo, Bertie, & estoy segura de que cada vez lo haré más y más".

La abdicación de Eduardo VII al trono les llevó a convertirse en la cabeza de la monarquía británica, como recuerda la reciente y premiada película "El discurso del rey". En una carta al Arzobispo de Canterbury señaló que "me cuesta creer que hayamos sido llamados a esta tremenda tarea... lo curioso es que no tenemos miedo. Creo que Dios nos ha facilitado enfrentar la situación con calma".

En verano de 1939, a las puertas de la Segunda Guerra Mundial, escribió a su suegra para contarle que estaba leyendo el "Mein Kampf" ("Mi Lucha") de Adolf Hitler. "Es muy ampuloso, pero muy interesante". Más tarde envió una copia al secretario de Exteriores, Lord Halifax, pero le recomendó que no lo leyera "o podría volverse loco y eso sería una gran pena".

Sentada junto al rey mientras el primer ministro declaraba la guerra a Alemania en septiembre de 1939, escribió: "No pude evitar que corrieran lágrimas por mi cara, pero lo dos sabíamos que era inevitable, que si iba a quedar algo de libertad en nuestro mundo, deberíamos librarnos del cruel credo de fuerza de los nazis. Rezamos con nuestros corazones para que la paz llegue pronto - una paz real, no la paz de los nazis".

Su actividad epistolar se incrementó durante esta complicada etapa, con las bombas germanas cayendo sobre suelo británico. De hecho, durante la guerra no dejó de viajar por el país y escribió bastante a sus compatriotas. Cuando Winston Churchill viajó al París liberado en noviembre de 1944, le envió una carta en la que le preguntaba: "¿Piensa usted si hay alguna posibilidad de que Londres sea 'liberada' en los próximos meses? Me duele el corazón por nuestra gente valiente y maravillosa... No hay límite a su valor & vitalidad y ojalá pueda aligerarse su carga".

El libro de Shawcross retrata, en fin, un convulso siglo a través de los ojos y la letra de un testigo de excepción, reconociendo que "para el estándares actuales, su educación formal era limitada, pero sus cartas mostraron un gusto por el lenguaje y rebosaban alegría de vivir".