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Líder rebelde peruano desafía a Humala

"Camarada Gabriel" mostró su cara y aseguró que el secuestro de trabajadores peruanos fue una provocación al ejército.

Javiera Salinas

Miércoles 18 de abril de 2012

"Para que se alteren estos reaccionarios y desesperadamente manden a sus fuerzas para que nosotros los aniquilemos. Eso ha sido nuestro objetivo", así describió el comandante "Gabriel" el secuestro de 36 trabajadores de la zona gasífera del Perú.

Luego de cinco días, de operaciones militares, los rehenes fueron liberados pese a que el gobierno peruano no entregó el rescate de 10 millones de dólares solicitado por el grupo de rebeldes, presuntamente ligados a Sendero Luminoso.

Por primera vez, Martín Quispe Palomino, alias Gabriel, mostró su cara y dio declaraciones a periodistas de los diarios "El Comercio", "La República" y la cadena televisiva "Panamericana Televisión", donde reconoció que los guerrilleros emboscaron a parte de las Fuerzas Armadas peruanas.

"Como se resistían, han sido aniquilados", aseguró Quispe, refiriéndose al ataque a un helicóptero donde murió la oficial Nancy Flores Páucar.

Gabriel añadió que tras la emboscada, su grupo se quedó con las armas que portaban, como tres fusiles AKM y "otros pertrechos de guerra".

Vestido con una camiseta celeste y pantalón azul y rodeado de miembros de su grupo fuertemente armados, agregó que querían provocar al Gobierno y reconoció que dejaron libres a los rehenes sin recibir el dinero del rescate "sabiendo nosotros mismos que no iban a cumplir".

"Ellos militarizan su tubería (gasoducto), para nosotros (es) mayor ventaja porque tendremos mayor ventaja de aniquilar a las fuerzas armadas ¿no es cierto?", declaró el camarada "Gabriel, quien dijo integrar el Partido Comunista del Perú, base del maoísta Sendero Luminoso cuya acción armada inició en 1980.

Los trabajadores secuestrados son parte de las firmas Skanska y Ramsa, que explotan la mayor reserva de gas de la región del Cusco, en el sureste del Perú.

Según el gobierno, la llamada "Operación Libertad" resultó de manera "impecable" y "victoriosa", mientras que el primer ministro peruano, Óscar Valdés, negó que hayan sido triunfalistas.

"No vamos a permitir que un territorio del Perú sea una zona liberada donde los terroristas hagan lo que quieran", dijo.

Aún así, las declaraciones de Gabriel metieron presión al presidente Ollanta Humala, quien que ha prometido acabar con los remanentes del grupo rebelde Sendero Luminoso, grupo narcoterrorista que tuvo su apogeo en las décadas de 1980 y 1990. Tras la captura de su líder y fundador, Abimael Guzmán, el grupo guerrillero quedó prácticamente derrotado y se replegó a zonas remotas de los Andes y Selva del país, principalmente en el denominado Valle del Río Apurimac y Ene (VRAE).