El líder izquierdista Alexis Tsipras abandonó este miércoles su intento de formar un nuevo gobierno, llevando a Grecia más cerca de una nueva elección dentro de pocas semanas, después de que el rechazo de los votantes a un rescate de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional sumió al país en una crisis.
Las elecciones realizadas el domingo, donde los votantes expresaron su molestia contra los principales partidos por las medidas impuestas para reducir la deuda a cambio del rescate, han provocado un profundo estancamiento político y volvieron a relucir las amenazas europeas para expulsar a Grecia de la zona euro.
El fracaso en los intentos de Tsipras, líder de la Coalición de la Izquierda Radical, se produjo después de que los dos partidos mayoritarios, el conservador Nueva Democracia y el socialista PASOK, se negaron a unirse en una coalición antirrescate.
El partido más grande, Nueva Democracia, ya había fracasado en su intento de formar una coalición viable, y la responsabilidad recaerá ahora en el líder del PASOK, Evangelos Venizelos. Si también fracasa, se llamará a elecciones en tres o cuatro semanas con la esperanza de romper el punto muerto.
"Nuestra propuesta disfrutó de un amplio respaldo en la sociedad pero uno débil en el Parlamento. No podremos cumplir nuestro sueño de un gobierno de izquierda", dijo Tsipras a su grupo parlamentario, el segundo mayor de Grecia después de las elecciones del 6 de mayo.
Venizelos dijo que continuará buscando una coalición, pero parece que hay poco espacio para forjar un compromiso entre las fuerzas pro y antirrescate, casi equilibradas en el Parlamento.
El último líder europeo en advertir a Atenas de los peligros de que el país se vea forzado a salir del euro, el consejero del Banco Central Europeo, Ewald Nowotny, dijo que no se podía ayudar a Grecia si el país no se ayudaba a sí mismo.
Nueva Democracia y PASOK, que gobernó Grecia por décadas, sufrieron un duro golpe electoral en las elecciones del domingo, recibiendo menos de un tercio de los votos.