Gente corriendo con desesperación y bomberos sobrepasados por la magnitud de la tragedia fueron las primera postales del doloroso domingo que vive Brasil.
A medida que pasan las horas, se saben más detalles del incendio de la discoteca Kiss de la ciudad de Santa María, al sur del país, que dejó al menos 200 muertos en una fiesta universitaria.
El comandante de bomberos de la ciudad Moisés da Silva Fuch confirmó a la radio CBN que el local tenía su licencia de funcionamiento vencida desde agosto de 2012.
Además, contaba con sólo una salida que colapsó cuando cientos de personas intentaron escapar por las llamas y el humo tóxico que llenó el recinto.
Para ayudar al escape, personal de emergencia debió abrir un forado en una de las paredes para rescatar a los asistentes.
Santa María es una ciudad universitaria que alberga a miles de jóvenes de diversas nacionalidades. Muchos de ellos asistieron a la fiesta, ya que la fecha de salida de clases fue retrasada por la huelga estudiantil de 2012.
"Es un domingo triste. Estamos tomando todas las medidas adecuadas y posibles", señaló por Twitter el gobernador de Rio Grande do Sul, Tarso Genro.
Esta tragedia recuerda un hecho similar ocurrido en Argentina el 30 de diciembre de 2004, cuando 194 personas murieron y más de 1400 quedaron heridas por un incendio en una discoteca Cromagnon. La puerta de escape no funcionó en esa ocasión, ya que estaba cerrada con candados y cadenas.