Click acá para ir directamente al contenido

Locura por "edificios instantáneos" en China

Una creciente población urbana ha motivado estas magníficas construcciones que en pocos días están listas para ser utilizadas.

Carlos Serrano

Lunes 14 de mayo de 2012

Mientras una grúa colocaba un panel de acero y concreto sobre unos pilares, los albañiles se congregaban a su alrededor para fijarlo bien, una coreografía bien estudiada que se realizó con un curioso telón de fondo: fuegos artificiales y una vaca sacrificada para celebrar la construcción del último "edificio instantáneo" de China.

Se trata de una estructura de tres pisos, una cafetería para los trabajadores. Una simple nota a pie de página junto a un hotel de 30 plantas construido en apenas 15 días de diciembre en Yueyang, una ciudad de la provincia de Hunan. Pese a la diferencia de sus dimensiones, ambos son un perfecto ejemplo del sistema que está llamando la atención de todo el mundo, obra de la empresa Broad Sustainable Building (BSB).

"Hay una necesidad urgente de seguridad en la construcción, especialmente con ahorro de energía, y esto afecta a la conservación de los materiales", indicó Zhang Yue, presidente y fundador de la compañía.

En la última década, China ha experimentado un impresionante boom de la construcción para alojar a una creciente población urbana y a un expansivo sector industrial. Pero este frenesí ha traído también preocupaciones sobre la destrucción del medio ambiente local, generación de escombros y desperdicios, así como viviendas de escasa calidad. Zhang asegura que sus edificios son justo lo contrario.

Lo cierto es que el Hotel T30 se levantó en un tiempo récord, en una hazaña capturada en video y que ya ha sido vista por más de 5 millones de personas en todo el mundo. Zhang asegura que en su día le deprimió ver la cantidad de edificios pobremente construidos que se cayeron en el terremoto registrado en 2008 en la provincia de Sichuan, que dejó más de 87.000 muertos o desaparecidos. "Para salvaguardar de verdad la vida y garantizar la seguridad en todas partes, la estructuras deben hacerse enteras con acero", sentencia.

Steven Moore, profesor de diseño sustentable en la Universidad de Texas, asegura que la prefabricación ha sido estudiada durante mucho tiempo, pero no se usa por lo general en edificios comerciales: "Puede contribuir a una construcción de mayor calidad, mejorando la eficiencia y con menos consumo de energía. Lo que encuentro más interesante es que se están convirtiendo casi en fabricantes de automóviles", adaptando técnicas de la prefabricación a la construcción.

Sin embargo, Moore alerta sobre la generalización de esta técnica: "No me sorprende mucho que este sistema de construcción contra el reloj haya surgido primero en China", comentó, destacando que las regulaciones en China son menos exigentes que Occidente en lo referente a la seguridad de los trabajadores y el pago de horas extras.

"El proceso es muy fácil de aprender. Lo único que deben hacer los trabajadores es apretar los pernos", reconoce Liu Zhijian, un obrero de 23 años de la ciudad vecina de Loudi. "No hay soldaduras, ni tierra, ni agua. No se parece en nada a la construcción tradicional, basada en ladrillos y concreto". El proceso también rebaja bastante los costes, a unos 4.000 yuanes (US $635) por metro cuadrado. Con 4.500 metros cuadrados, la cafetería cuesta 18 millones de yuanes (US $2,8 millones), un 30 por ciento más barato de lo habitual, según BSB.

La fórmula es bastante directa. Los trabajadores prefabrican módulos en dos factorías de Yueyang, unos 90 minutos al norte de la capital provincial de Changsha. La parte superior de los módulos (con una medida de 4x15 metros los más grandes), están cubiertos con material para hacer el piso. En la parte inferior, formando el techo del piso de abajo, se preinstalan los cinductos de aire y agua, que se conectan con los módulos ya instalados.

BSB calcula que el 90% de sus edificios se fabrican en las factorías, lo que libra el proceso de residuos. "Sólo tenemos un 1% de escombros en los lugares donde construimos", asegura Shang Dayong, un trabajador de la provincia de Ningxia que vino a aprender el proceso para enseñarlo luego de vuelta en su casa. "Incluso podemos desmontar estos edificios y reconstruirlos en cualquier otra parte". Respecto a los terremotos, en BSB aseguran que pueden resistir terremotos con una magnitud de hasta 9 Richter.

Pero los planes de Zhang no acaban aquí. Su gran sueño es desarrollar una estructura de construcción rápida de edificios de 50 pisos y hasta está buscando inversores para levantar un gigante de 220 plantas en Yueyang.

 

Información de Reuters.