En la noche de este domingo, los británicos han vuelto a recordar el Gran Incendio de 1666, cuando se cumplen 350 años desde que la ciudad amurallada fuera devastada por las llamas.
A través de una maqueta de madera de 120 metros de largo, representando a la capital del siglo XVII, Londres volvió a arder sobre el río Támesis. Es uno de los actos conmemorativos para recordar el incendio que comenzó pasada la media noche del 2 de septiembre de 1666 y consiguió extinguirse el 5 de septiembre.
Casi el 80% de la ciudad quedó reducida a cenizas. 13.200 casas, 87 iglesias y la catedral de San Paul fueron afectadas. Solo hubo seis muertos, aunque casi 80.000 personas tuvieron que huir.
El Londres construido en piedra surgió de aquella ciudad de madera recluida en cenizas.