El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó a Estados Unidos de estar detrás de las revueltas violentas que han tenido lugar esta semana en Caracas, que han dejado tres muertos y decenas de heridos. Maduro considera que es un plan para echarle del poder y "abortar la historia".
El mandatario insistió en que la oposición "tiene campos abiertos para participar en la política" y se dirigió directamente a los miembros de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), a los que pidió que "abran su corazón" y "desbloqueen el discurso oposicionista contra el actual Gobierno, que es continuidad del Gobierno de Hugo Chávez".
Maduro recordó además que "son 15 años de un solo Gobierno que se ha mantenido" y criticó que desde la oposición haya salido el discurso de la violencia.
Asimismo, el mandatario realizó un llamado a las autoridades del municipio de Chacao y de la Gobernación de Miranda para que se dediquen a garantizar la seguridad de los espacios que fueron tomados por la violencia.
"Trataron de destruir instalaciones, incluso la estación del Metro de Chacao", denunció Maduro, reiterando que los objetivos de las protestas son "políticos". Según el líder venezolano, los escudos de la Policía que está actuando para controlar las protestas "están llenos de balas".
Antes de finalizar, Maduro también se refirió a los supuestos cortes de emisiones de algunas televisiones, tal y como denunció el canal internacional de noticias en español NTN24. "Hay cadenas por allí que son utilizadas para hacer daño a la verdad de Venezuela", sentenció el presidente.