Cientos de brasileños se manifiestan este domingo en las cercanías del estadio Maracaná, sede de la final de la Copa Confederaciones entre Brasil y España.
Según reporta el diario Folha de Sao Paulo, los manifestantes se concentran en la primera barrera de seguridad impuesta por la policía militar brasileña, en la avenida Maracaná, a casi dos kilómetros del estadio, que acogerá este encuentro a partir de las 18 horas en Chile.
Hasta el momento, los manifestantes permanecen en el lugar. El clima de manifestación es pacífica. El grupo grita consignas, animados por la música, las batucadas y tambores.
Las puertas para el acceso al público se abrirán en torno a las 15h. Siete dotaciones de la policía militar están trabajando en los alrededores. Las autoridades han acordonado la zona, para evitar el avance de las protestas.
Los manifestantes se reunieron sobre las 10 horas en distintos puntos de Río de Janeiro y comenzaron a marchar hacia el estadio.
Las protestas por el gasto público excesivo para la celebración de la Copa Confederaciones, Mundial y Juegos Olímpicos se han sucedido en distintos puntos del país durante todo este mes. La gente solicita la cancelación inmediata de la privatización del Maracaná y el fin de las extracciones y los desalojos de las comunidades indígenas en nombre de la Copa del Mundo y los Juegos Olímpicos.
INVASIÓN DE LA SEDE DE LA CONFEDERACIÓN
Cerca de 40 personas invadieron durante la mañana de este domingo la nueva sede de la CBF (Confederación Brasileña de Fútbol), en Barra de Tijuca, zona oeste do Rio de Janeiro, en protesta por los sobre-costes en la construcción de este edificio.
El grupo de encapuchados ingresó en estas instalaciones pidiendo la comparecencia del presidente del fútbol brasileño, José María Marín. Diario Folha de Sao Paulo denunció un coste de 70 millones de reales, en un edificio que estaba presupuestado en 36 millones.