Al menos 23 personas murieron este martes en Kenia, luego de que el autobús en el que viajaban se hundiera en el río Enzíu, en la localidad de Mwingi, en el condado de Kitui, a unos 200 kilómetros de Nairobi.
Tras el accidente, doce personas (cuatro niños y ocho adultos), fueron rescatados con vida. A pesar de ello, las autoridades temen que la cifra de muertos aumente cuando se reanuden las operaciones de búsqueda, ya que algunos cuerpos quedaron atrapados en el interior del vehículo.
"Por ahora, ya que está anocheciendo, estamos pidiendo a la gente que regrese a sus hogares y mañana comenzaremos las operaciones", dijo la gobernadora de Kitui, Charity Ngilu, en declaraciones recogidas por el medio local The Star.
Según el medio local The Nation, el autobús pertenecía a la parroquia católica de Mwingi y los pasajeros se dirigían a celebrar una boda.
El mismo medio detalló que el conductor del autobús intentó conducir a través de una sección inundada de un puente situado en el río Enziu, pero el vehículo fue finalmente vencido por la corriente de agua, que lo arrastró.
Ngilu envió sus condolencias a las familias de los fallecidos y dijo que los cuerpos recuperados habían sido transportados por la fuerza aérea de Kenia a las morgues de Mwingui y Kyso, otra localidad cercana.
De momento no se sabe cuántos pasajeros iban a bordo del autobús, que contaba con más de 50 plazas, pero que podría ir sobrecargado, según advirtieron testigos.