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Se van de Siria

Ejército sirio reclama victoria en la ciudad ante la preocupación de la comunidad internacional.

Mariángel Calderón

Lunes 30 de julio de 2012

Mientras el Consejo de Seguridad de la ONU continúa esperando una salida pacífica al conflicto bélico que se vive en Siria, los habitantes de ese país se apresuran por abandonarlo. Cerca de 200 mil personas han escapado durante los últimos días desde Alepo, la ciudad que se ha convertido en una zona de batalla entre rebeldes y el ejército de Bashar al Asad.

Según cifras entregadas por la Cruz Roja y la Media Luna Roja, cientos de miles de personas han cruzado las fronteras y han abandonado la zona de guerra. Decenas de sirios han se han refugiado en Jordania y Turquía, pese a las prohibiciones de tránsito impuestas por el régimen en las principales carreteras de la zona.

La subsecretaria general de Asuntos Humanitarios y coordinadora de Respuesta de Emergencia de Naciones UnidasValerie Amos, detalló en un comunicado que "muchas personas han buscado refugio temporal en escuelas y otros edificios públicos en zonas seguras. Necesitan urgentemente agua potable, alimentos, colchones, mantas y productos higiénicos".

Advirtió, además, que "todavía no sabemos cuánta gente se ha quedado atrapada por los combates". Frente a esta situación hizo un enérgico llamado para el cese a la violencia y a detener el fuego contra los civiles.

Ejército reclama Alepo

En medio de la crisis humanitaria que se vive en el país, el ejército de Asad continúa los combates contra los rebeldes y fuentes internacionales aseguraron que ya se encuentran al mando de la ciudad.

Los leales al régimen aumentaron su campaña para expulsar a los combatientes rebeldes de Alepo, disparando artillería y morteros mientras un jet de combate volaba sobre un distrito que el Ejército dijo que había recapturado el día anterior.

Sin embargo, activistas de la oposición negaron que las fuerzas del Gobierno hubieran entrado en Salaheddine, en el sudoeste de la mayor ciudad de Siria.

Los combatientes rebeldes, enarbolando banderas de "independencia" verdes, blancas y negras, dijeron que estaban resistiendo en el vecindario de Salaheddine pese a un ataque con armas pesadas y fuego desde helicópteros por parte del Ejército.

"Siempre supimos que la tumba del régimen será Alepo", dijo un combatiente joven. "Damasco es la capital, pero acá tenemos una cuarta parte de la población y la fuerza entera de su economía. Las fuerzas de Bashar serán enterradas aquí", agregó.

Sin embargo, el Gobierno dijo que los había expulsado de Salaheddine, el foco de los combates en el sudoeste de la ciudad. "En unos días la seguridad retornará a la ciudad de Alepo", dijo un oficial del Ejército sirio no identificado a la televisión estatal el domingo a última hora.