A primera hora los franceses llegaron a sufragar. A mediodía en Francia, el 30,66% del electorado ya había acudido a las urnas según los datos del Ministerio del Interior francés.
Y es que 85.000 colegios electorales abrieron sus puertas a las 8:00 de la mañana y las cerrarán a las 20.00 horas. Durante este período, está prohibido difundir sondeos o resultados parciales de aquellas oficinas de voto de poblaciones pequeñas que hayan terminado su actividad unas horas antes.
Según asegura el diario El País se espera que en estos comicios haya una participación por sobre el 80% del electorado. El número total de inscritos es cercano a 45,5 millones de electores, que decidirán quién será el jefe del Estado durante los próximos cinco años.
La importancia de la elección
La crisis económica marca el contexto de esta elección. Tras la primera vuelta celebrada el 22 de abril, el debate electoral de la segunda jornada de votación se volcó hacia cómo mantener un modelo de bienestar social.
La decisión que tome el electorado francés afectará al resto de Europa y en la Unión Europea están pendientes de lo que ocurra.
De salir elegido, Hollande se convertiría, después de François Mitterrand (1981-1995), en el segundo presidente socialista de la Quinta República que instauró De Gaulle en 1958. Una derrota del líder conservador podría acarrear, una profunda recomposición de la derecha francesa que espera a los resultados de este sufragio para decidir su futuro inmediato, según publica el diario el Mundo.
En la primera vuelta, efectuada el pasado 22 de abril, Hollande obtuvo el 28,63 por ciento de los votos, apenas por delante de Sarkozy, quien recibió el 27,18 por ciento de los sufragios.
Según las últimas encuestas realizadas esta semana, el candidato socialista Hollande, ganaría con un poco más del 50 por ciento de los votos. No obstante, durante lo últimos días el presidente Sarkozy había recortado ventaja.