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La reina hija de la dictadura

Máxima Zorreguieta se convertirá en monarca, luego que su esposo, el Príncipe Guillermo de Holanda asuma como Rey tras la abdicación de la reina Beatriz.

Mariángel Calderón

Martes 29 de enero de 2013

Si la monarquía fuera un campeonato de fútbol, Argentina celebraría haber ganado una importante competencia internacional.

Tras el anuncio de abdicación de la Reina Beatriz de Holanda, el país trasandino se desbordó de alegría, debido a que la próxima monarca será argentina.

Máxima Zorreguieta, esposa del heredero al trono, Guillermo de Orange, se convertirá en reina el próximo 30 de abril cuando la abdicación sea efectiva, convirtiéndose, a sus 41 años, en una de las mujeres más jóvenes del mundo en ocupar el trono.

Es sabido que la realeza siempre está rodeada de fantasía. Pero, tal como ocurre en los cuentos de hadas, siempre hay un lado oscuro que amenaza la felicidad de Máxima.

En este caso, se trata de su pasado vinculado con la dictadura del argentino Jorge Videla.

Su padre, el ex ministro de la dictadura, Jorge Horacio Zorreguieta Stefanini, ocupó altos cargos en el Gobierno de Videla y eso le costó que lo vincularan con violaciones a los Derechos Humanos. Incluso, esta relación con la dictadura impidió que fuera invitada a la boda de su hija.

Pese a contar con la gracia de los holandeses y de muchos argentinos, la futura monarca cuenta con varios detractores que aún la vinculan con uno de los periodos más oscuros del país.

Sin embargo, Máxima ha logrado ganarse la confianza de sus futuros súbditos y cuenta con el apoyo popular de los holandeses, que aprecian sus esfuerzos por aprender su idioma y aprender sus costuimbres.

Casada hace 11 años con el Príncipe Guillermo, Máxima es madre de tres hijas y no será acompañada por su familia en la ceremonia de coronación con el objetivo de evitar el caos que se produjo en su matrimonio debido a su vinculación con la dictadura argentina.