Autoridades mexicanas exhumaban este domingo más cadáveres hallados en fosas clandestinas en Iguala (sur) e intentaban determinar si corresponden a los 43 estudiantes desaparecidos hace una semana en ataques policiales.
Angustiados y enfurecidos con el gobierno de la conflictiva región de Guerrero, los familiares de los jóvenes aguardan el resultado de las pruebas periciales que podrían confirmar una de las peores masacres de los últimos años en el país.
"Estamos decididos a todo, esto es la guerra", dijo la madre de uno de los estudiantes desaparecidos.
Vidulfo Rosales, abogado de familiares, dijo a la AFP que lo único que las autoridades han dicho es que en la fosa "hay fragmentos, algunos de ellos calcinados".
El gobierno de Guerrero ha informado del hallazgo de nueve cuerpos en seis fosas. Su secretario de Salud, Lázaro Mazón, dijo al diario El Universal que los nueve cadáveres se encuentran calcinados y que su identificación puede tardar unos 15 días.
En cambio, dos policías desplegados en la zona dijeron a la AFP que ya han sido extraídos al menos 15 cuerpos de esas zanjas ocultas entre la espesa vegetación de Pueblo Viejo, una zona montañosa de Iguala a unos 200 km de Ciudad de México.
Más cadáveres estaban siendo extraídos este domingo, informó otro oficial.
Decenas de policías, militares y peritos están desplegados alrededor de las fosas, a donde no se permite llegar a los medios.
El hallazgo de las fosas el sábado se desencadenó tras los testimonios de algunos de los más de 30 detenidos por el caso, entre ellos al menos 22 policías municipales y presuntos miembros del grupo criminal Guerreros Unidos.
Los 43 alumnos están desaparecidos desde la noche del 26 de septiembre, cuando agentes municipales y presuntos criminales dispararon en Iguala contra tres autobuses.
Los alumnos se habían apoderado de esos vehículos para regresar a sus casas desde Iguala -donde habían ido a recaudar fondos- hasta Chilpancingo, la capital de Guerrero y donde cursan sus estudios para maestro.
A raíz de estos hechos, que dejaron en total seis muertos (entre ellos tres estudiantes) y 25 heridos, se reportaron desaparecidos 43 alumnos, muchos de los cuales fueron vistos por última vez en patrullas policiales.
Desde entonces, los familiares viven en la zozobra de que sus familiares hayan sido entregados a uno de los cárteles narcotraficantes que azotan Guerrero, en un país que cuenta más de 80.000 muertos en hechos vinculados al crimen organizado desde 2006, además de 22.000 desaparecidos.
ULTIMÁTUM DE FAMILIARES
Este caso ha conmocionado a México y generado reclamos de la ONU al Estado para que se encuentre pronto a los jóvenes.
Alrededor de 35 familiares ya han dado muestras de ADN para tratar de confirmar lo antes posible las identidades de los cadáveres, señaló el abogado Rosales.
A su vez, centenares de compañeros de los desaparecidos protestaron este domingo bloqueando la autopista que conecta Chilpancingo con el turístico puerto de Acapulco y arremetieron contra el gobernador regional, Ángel Aguirre.
Varios padres de los jóvenes presentes en la protesta dicen haber visto fotos de los cadáveres hallados y niegan que sean de los estudiantes.
"No son los jóvenes y sabemos que los tienen vivos (...) Les damos (al gobierno) hasta el día de hoy" para que aparezcan, dijo a la AFP Manuel Martínez, vocero de los familiares y padre de uno de los jóvenes.
Varios camiones militares vigilaban a distancia la protesta en la que se cortaron casi todos los carriles de la autopista bajo un intenso sol.
Guerrero es una de las regiones más pobres y azotadas por el crimen organizado de México. Además, es una zona de gran conflictividad y violencia social con presencia de pequeños grupos guerrilleros izquierdistas.
Los estudiantes pertenecen a una escuela de formación de maestros conocida por su gran activismo y por ser un foco de protestas.
CRIMEN ORGANIZADO INVOLUCRADO
El gobernador Aguirre, fuertemente cuestionado por este caso, ofreció el sábado su solidaridad y apoyo a los "familiares y amigos de los que fueron salvajemente masacrados" e hizo un llamamiento a la calma y a "evitar la violencia".
Su gobierno señaló el sabado directamente al cártel Guerreros Unidos de participar en las balaceras y desapariciones junto a policías municipales que trabajarían para ellos, aunque no se han aclarado cuáles serían sus motivos.
Analistas sostienen que los Guerreros Unidos, con influencia en Guerrero y alrededores, surgieron hacia 2010 a partir del debilitamiento y división del cártel de los hermanos Beltrán Leyva.
Fuente y foto: AFP.