Enterrados vivos bajo 400 metros de profundidad.
Así se encuentra un grupo de 450 mineros, que están atrincherados con explosivos para evitar que las autoridades bloqueen un proyecto destinado a la reapertura del yacimiento de carbón ubicado en la isla italiana de Cerdeña.
Con su actuar, los trabajadores de la empresa Carbosulcis buscan presionar al Gobierno par que proteja sus intereses y desbloquee los recursos que permitirán el funcionamiento de la mina. "Yo creo que nadie hubiera protestado como nosotros. Alguien que está cerca de perder el trabajo está dispuesto a hacer cualquier cosa", dijo una de las trabajadoras.
Los mineros exigen, además, que el trabajo que realizan se diversifique para proteger sus puestos laborales. Con ese objetivo en mente, los trabajadores se encerraron en el yacimiento con 350 kilos de explosivos que amenazan utilizar si sus demandas no son escuchadas.