El ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, llegó el martes a Nueva York para sumarse a las discusiones con el mediador judicial en el litigio con los fondos especulativos por la deuda soberana de su país, alentando la esperanza de una salida negociada al caso a horas de un posible nuevo default de Buenos Aires.
Kicillof, que se encontraba por la mañana en Caracas junto a la presidenta Cristina Kirchner por la cumbre del Mercosur, no formuló declaraciones al entrar en las oficinas del mediador Dan Pollack, donde una comitiva argentina negocia desde la mañana, constató la AFP.
El gobierno argentino tiene plazo hasta el 30 de julio a última hora para llegar a un acuerdo con los fondos especulativos a los que califica de "buitres" y que obtuvieron una sentencia del juez federal estadounidense, Thomas Griesa, para cobrar 1.330 millones de dólares por bonos impagos de 2001.
Con ese vencimiento a punto de expirar, una delegación argentina regresó a Nueva York este martes para reunirse con Pollack, nombrado por Griesa para hallar una vía de cumplimiento a su fallo, que obliga a Buenos Aires a pagar a los fondos al mismo tiempo que lo hace a los tenedores de deuda de los canjes de 2005 y 2010.
Mientras tanto, un grupo de tenedores de bonos reestructurados de la deuda argentina pidieron a Griesa suspender hasta 2015 su sentencia para evitar un default y permitir una salida negociada en el caso.
Argentina giró el 26 de junio pagos por 539 millones de dólares a tenedores de esos bonos, pero el juez bloqueó ese dinero depositado en Nueva York, lo que provocaría el miércoles el default sobre deuda emitida bajo legislación norteamericana.
"Los tenedores de bonos en euros pedimos de manera respetuosa que una suspensión de las órdenes es el mejor camino para que este tribunal promueva un acuerdo negociado en el caso y evite un default", indica el escrito.
"Este tribunal debe emitir una suspensión temporaria de las órdenes hasta el 1 de enero de 2015, luego de que expire la cláusula RUFO, o, de manera alternativa, por 90 días para que la República pueda obtener un exención de la cláusula", agrega el texto.
La cláusula RUFO impide a Argentina mejorar antes de esa fecha la oferta hecha a los acreedores que cambiaron sus bonos aceptando quitas de hasta el 70% del valor nominal de los títulos en default en 2001, so pena de tener que igualar los pagos.
La bolsa de Buenos Aires se disparó 6,53% en medio los rumores de un posible acuerdo.