¿Por qué tiene tanta fuerza el movimiento estudiantil chileno? Es la pregunta que intenta responder el sitio BBC Mundo en la previa al paro y marcha organizada para este martes en el marco del conflicto por la educación.
Según indica el portal en español de la cadena británica, pocos se imaginaban que las protestas y demandas de los alumnos seguirían en pie luego de las intensas manifestaciones que tuvieron en vilo la aprobación del gobierno en mayo de 2011. Más de un año después, las movilizaciones continúan, sumando la oposición a la reforma tributaria que plantea el Ejecutivo.
"Luego de lo que pareció ser un enfriamiento de las protestas (...) los estudiantes retomaron las marchas y convocaron para este martes un paro nacional que promete ser masivo", dice la BBC.
Dentro del análisis consideran que, según la encuesta CEP, los estudiantes tienen más credibilidad que los políticos y que el movimiento no es algo nuevo, sino una evolución de la llamada "Revolución de los Pingüinos", que surgió en 2006 en el gobierno de Michelle Bachelet.
Sin embargo, el peso del movimiento estudiantil va más allá y advierte que adquirió relevancia social incluso antes de este siglo, al convertirse en uno de los primeros grupos en levantarse y protestar durante la dictadura militar.
También reconocieron los mecanismos de organización que tienen para ser democráticos y representativos. "Se trata de un sistema muy aceitado: cada instituto tiene asambleas, en donde cualquier estudiante puede opinar y luego votar sobre las medidas que se propongan. Esa decisión es luego traslada a un foro donde convergen las distintas federaciones del país. De ahí sale una postura unificada", indica la publicación.
Pero no todo se queda en la organización. Las formas de protesta van desde marchas a "besatones", bailes masivos o bicicletadas, si bien muchas movilizaciones han degenerado en actos de violencia descontrolada.
Los mismos dirigentes explican a la BBC que sus demandas han generado apoyo porque "la mayoría de las familias chilenas tiene a algún miembro en el colegio o la universidad o está pagando deudas universitarias del pasado", lo que se condice con que la educación superior chilena sea la más cara del mundo según la OCDE y que el 70% de los alumnos recurran a créditos para pagarla.
Pese a que consideran que las movilizaciones se irán desgastando a medida que el foco pasa a las elecciones presidenciales, este medio indica que las demandas deben ser respondidas por la amenaza de nuevas manifestaciones.
"La persona elegida para liderar Chile en noviembre del año próximo tendrá que ofrecer una propuesta educativa que contemple las demandas de los estudiantes si no quiere seguir siendo el blanco de este poderoso movimiento", finaliza.