Durante esta mañana se concretó el asalto final de las fuerzas armadas de Argelia a la planta de refinería que se mantenía secuestrada con rehenes en su interior.
Agencias internacionales afirman que habrían al menos siete rehenes muertos y once captores fallecidos.
No se han entregado las nacionalidades de los muertos, pero se especula que podrían ser los extranjeros.
Antes del ataque, el diario argelino El Watan precisó que los siete rehenes fallecidos eran los últimos cautivos que permanecían en manos de los secuestradores.
Según la publicación, todos ellos fueron ejecutados por los once terroristas antes de que estos últimos fueran abatidos por las fuerzas de seguridad.
Además, los terroristas perdieron toda esperanza de poder salir del lugar y comenzaron a matar a los rehenes, situación que obligó a las fuerzas especiales del Ejército a intervenir.
La misma fuente dijo que los secuestradores habían decidido suicidarse colectivamente y que el miércoles ya habían intentado incendiar parte de las instalaciones, pero que los operarios de la planta lograron controlar el fuego.
La APS y el Watan también informan de que los terroristas provocaron un incendio en una parte de las instalaciones que pudo ser controlado por los trabajadores del lugar, con ayuda del Ejército.