"Gracias por el regalo de Navidad, por cierto, ¡Funcionaba!".
Fueron las palabras en una carta que escribió desde la cárcel la sueca Jeanette Javell a su jefe, agradeciendo el cuchillo que le regaló por Navidad y que utilizó para apuñalar a su pareja 30 veces, crimen por el que cumple hoy una condena de 15 años por asesinato.
Tras el homicidio, Jeanette (42 años) se dirigió al baño a limpiar la sangre del cuchillo carnicero. Acto seguido, fotografió el cuerpo muerto de la víctima, según señala el portal de noticias Daily Mail, en una historia que ha conmocionado a Suecia.
Javell aseguró en un principio que mató a Ingemar Wallin en el día de San Juan en defensa propia. Sin embargo, luego explicó al periódico Aftonbladet que estaba "confundida y que se quedó en blanco durante el apuñalamiento, en un estado de delirio".
La pareja se había conocido a principios de año y habían comprado una casa en Högbo días antes del macabro hecho.
En el celular de la mujer fueron encontradas dos fotografías de la noche en que mató a su pareja. Una correspondía a las 2.50 horas y la otra a las 2.58, que servirían de prueba para la policía, según reconoció la propia mujer.
El informe forense apuntó que el ataque pudo haberse producido cuando Wallin se encontraba dormido o acababa de despertar.
Foto: Policía de Suecia