Una larga e intensa noche se vivió este martes en Egipto, luego que miles de personas se reunieran en la plaza Tahrir de El Cairo para protestar contra el decreto que pone por sobre todos los poderes del Estado al presidente Mohamed Mursi.
Mientras los manifestantes criticaban el actuar político del mandatario, Mursi se reunió con algunos miembros del Consejo General del Poder Judicial y descartó flexibilizar la medida que impide que cualquier entidad o persona cuestione sus decisiones.
Sin embargo, el vocero de Gobierno, Yaser Ali, precisó que el mandatario, que descartó cualquier modificación formal al decreto, limitó el alcance de la medida a los "asuntos soberanos".
La frase, que no ha sido explicada en detalle por las autoridades, no deja tranquilos a los egipcios, que participaron de una multitudinaria manifestación que terminó con una persona fallecida y decenas de heridos producto de los enfrentamientos con la policía.
La principal preocupación de la oposición egipcia, se centra en la posible disolución de la Asamblea Constituyente y la monopolización del poder.
Para este viernes está programada la próxima manifestación masiva, mientras cientos de personas continúan apostadas en la tradicional plaza cairota, epicentro de la revuelta que acabó con décadas de dictadura de Hosni Mubarak.