Una niña de 12 años en Argentina denunció que habría sido abusada sexualmente por parte de su tío Leandro Martínez, un hombre de 43 años.
La pequeña hija de Pablo y Daniela, quienes decidieron resguardar la identidad de la niña por lo que decidieron referirse a ella como V, reconocieron que el abusador era el esposo de la prima hermana de Pablo.
En una entrevista realizada por el medio transandino TN, la pareja confesó que tenían una relación tan cercana que incluso V había participado en la boda de Leandro, siendo quien tiraba pétalos de rosa.
La relación era tan estrecha que incluso la niña se quedaba a dormir en la casa del abusador, donde mantenía una buena relación con su primo. En uno de esos encuentros, el hombre se aprovechó de la niña y comenzó a manosearla.
Días posteriores V decidió enviarle un audio a una compañera de curso: "Hola, no sabés lo que me pasó, mi tío me tocó la cola y la chucha. Estábamos los cuatro en la cama y me desperté con él tocándome. Yo cerraba las piernas y él hacía más fuerza. Como que me quiso violar".
Gracias a ese texto, todo se descubrió: La madre de su compañera encontró el mensaje y no dudó en ir hasta la casa de Daniela y Pablo para advertirle: "Paró un auto a la mañana frente a casa y era la mamá de una compañerita de V: 'Decime que V. está acá', gritó. Cuando le dije que estaba en lo de sus tíos, me contestó que me tenía que hacer escuchar algo, que mi hija estaba en peligro. Y me hizo oír los audios que mi hija le había mandado a la suya", narró la madre de V.
Pablo y Daniela decidieron mostrarle los audios a la suegra de Leandro instancia en que ella pidió llorando que no le dijeran a su hija ya que estaba embarazada tras meses de tratamientos, porque ya habían perdido 4 bebés.
Los padres decidieron callar, sin embargo decidieron llevarse a la niña de la casa de la prima de Pablo y decidieron conversar con V acerca de lo sucedido, agregando que tuvo que gritarle que tenía ganas de "hacer pis" para interrumpir la situación y poder irse al baño. Posterior a ello quedó en shock y no fue capaz de contarle lo sucedido a su tía, esposa de Leandro.
Desde entonces las salidas con su primo se vieron reducidas hasta que un día V pidió nuevamente salir con su primo a un partido. Pese a que los padres dudaron en dejarla ir, decidieron aceptar ya que la irían a buscar y ella no se quedaría a dormir, sin embargo al regresar a casa, aseguró que su tío la había tocado lascivamente la pierna nuevamente: "No quiero ir nunca más a lo de Leandro y la tía" aseguró.
El plan de V para la clara evidencia
Pablo confesó que V planeó todo para tener evidencias contundentes y explícitas que delataran a Leandro: "Hubo una fiesta familiar en lo de mis abuelos, acá al lado. En un momento, cuando yo llego del trabajo, V. empieza a insistir en que le quería mostrar varias mejoras que habíamos hecho en casa a Leandro. Me extrañó mucho, y la ignoré un rato. Pero de repente, cuando vi que tomaba la llave muy dispuesta, la acompañé".
La niña, luego de un extenso tour donde mostró la construcción de un quincho y las remodelaciones de las habitaciones, conluyó con la pieza de ella y su hermanito que estaba recién pintada. En cada oportunidad que el papá se separaba de ellos, él aprovechaba para manoesearla.
Lo que nunca se imaginó que en el cuarto de V habían instalado recientemente unas cámaras de vigilancia, las cuales captó el momento exacto del abuso de su tío.
A la salida del dormitorio, Leandro notó el monitor a lo que V triunfante le comenta "¿Viste que mis papás pusieron cámaras de seguridad?". En ese momento el hombre miró la cámara y al salir presionó el cuello de la niña como amenaza: "Me apretó el cuello y me dolió mucho", confesó la pequeña.
"V.lo llevó por todos los lugares de la casa donde habíamos instalado cámaras. Cuando me enteré -me hizo escuchar los audios en que se lo contaba a su niñera, porque no se animaba a decírmelo- y vi que los videos coincidían exactamente con lo que mi hija nos relataba nos desesperamos", narró Pablo.
"Hablamos con ella y le dijimos que se quedara tranquila, que su mamá y su papá iban a hacer lo que tenían que hacer para que nunca más le volviera a pasar" aseguró Daniela quién agregó que con las pruebas en manos se dirigieron a la justicia.
Sin embargo no ha sido fácil su detención: "Cuando se produjo el allanamiento, supuestamente Leandro y su esposa se habían ido de vacaciones a Mar del Plata, pero dejando la puerta trasera abierta. ¿Quién se va de vacaciones así? Evidentemente, alguien les habían avisado, y ellos se habían ido en una camioneta solo esa mañana" contó Daniela.
Y Pablo agregó: " Está prófugo. No usa el teléfono. No aparece en cámaras de peajes. Evidentemente está muy bien asesorado".
Finalmente Daniela concluye: "Quiero que esté preso. Mi hija necesita que esté preso. Es lo mínimo que puedo hacer para reparar todo lo que le pasó".