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Niño asesinado en Honduras genera crisis social

El menor fue encontrado muerto y con claros signos de haber sufrido un ataque de connotación sexual.

Sebastian Marchant

Domingo 13 de octubre de 2013

Un niño fue hallado decapitado en Honduras, que sufre altos índices de criminalidad, lo que provocó disturbios entre los pobladores que querían tomar justicia por mano propia luego de que la policía detuviera el sábado a un sospechoso del crimen.

El menor Juan Carlos Antúnez, de siete años, salió el viernes por la tarde de su casa en el municipio de San Francisco de la Paz, en el departamento de Olancho, y ya no regresó. Su cuerpo fue hallado horas después en una calle tapado con hojas y con signos de violación, dijeron medios locales.

Un hombre de 22 años, Carlos Peralta, fue detenido como principal sospechoso del crimen. Su arresto provocó que pobladores trataran de arrebatárselo a la policía cuando iba a ser trasladado desde el municipio de San Francisco de la Paz, donde ocurrió el crimen, a la ciudad de Juticalpa, al noreste de Tegucigalpa.

"La policía capturó al señor Carlos Antonio Peralta como presunto responsable de la muerte en circunstancias terribles de un niño, y fue trasladado a la ciudad de Juticalpa", dijo Gustavo Sánchez, oficial de la policía, en declaraciones a la emisora HRN.

En los disturbios la policía arrojó gases lacrimógenos y resultaron heridas dos personas, señaló.

Honduras es actualmente el país con la mayor cantidad de homicidios en el mundo con una tasa de 85 por cada 100,000 habitantes, según datos de las Naciones Unidas. La violencia se exacerbó en los últimos años por la presencia de los cárteles mexicanos del narcotráfico.

Peralta presuntamente se encontraba bajo el efecto de drogas y alcohol cuando cometió el crimen, según medios locales.

San Francisco de la Paz, es uno de los poblados más violentos de Olancho, donde operan bandas dedicadas al tráfico de drogas.

Este es el segundo episodio reciente en Honduras en que un niño es asesinado de esta manera. Otro menor, de tres años, murió descuartizado en agosto a manos de desconocidos en el poblado de Morazán, en el norteño departamento de Yoro.