La tensión en Medio Oriente no para de aumentar.
Tres soldados estadounidenses murieron y otros 25 resultaron heridos en un ataque con drones ocurrido en la noche del sábado en la frontera entre Siria y Jordania.
Pese a que hasta el momento nadie ha asumido la autoría de los sucesos, desde Washington apuntan a los grupos armados financiados por Irán que operan en la zona.
El presidente estadounidense Joe Biden lamentó el hecho y prometió que “este sacrificio máximo no será olvidado”.
Versiones contradictorias
Biden afirmó que el ataque ocurrió al noreste de Jordania, lo que hace sospechar que los fallecidos y heridos eran miembros del personal desplegado en la Torre 22, una base de contrainteligencia que EE.UU. mantiene en el reino hachemí.
Sin embargo, el portavoz del gobierno de Amán, Muhannad Moubaideen, aseguró a los medios locales que el incidente no ocurrió en territorio jordano, sino del lado sirio.
Al otro lado de la frontera Washington mantiene desde 2016 otra base mucho más grande llamada al-Tanf, la cual abrió para combatir al Estado Islámico y otras organizaciones terroristas, recordó el corresponsal de la BBC Paul Adams.
En Jordania, uno de sus aliados más importantes en la región, EE.UU. mantiene estacionados alrededor de 3.000 uniformados, aseguró la AP.
Dado que el grupo Resistencia Islámica Iraquí, una organización que cuenta con el apoyo financiero y militar del régimen de Teherán, ha asumido la responsabilidad de los últimos ataques contra intereses de Washington en la zona, las sospechas comienzan a apuntar hacia esta agrupación.
Prometen represalias
Más allá del lugar donde haya ocurrido, el ataque es otra prueba de la creciente tensión que vive la región desde el 7 de octubre, cuando Hamás lanzó su mortífero ataque sobre el sur de Israel que dejó más de 1.200 fallecidos y 240 secuestrados.
En respuesta a este golpe las autoridades israelíes han respondido con una dura represalia militar en contra de la Franja de Gaza que ha dejado más de 25.000 muertos en dos meses, en su mayoría civiles, de acuerdo con autoridades del territorio administradas por Hamás.
Por el apoyo que Washington ha brindado a Israel, sus bases en Medio Oriente se han convertido en blanco para grupos armados que respaldan a Hamás.
Desde el inicio de la guerra de Israel en contra de Hamás en Gaza, las bases estadounidenses en Irak y Siria han sido atacadas más de 150 veces, según funcionarios estadounidenses, reportó el corresponsal de la BBC en Beirut (Líbano), Hugo Bachega.
A estos hechos hay que sumarle los ataques que los rebeldes hutíes vienen lanzando contra barcos mercantes que desean cruzar por el canal de Suez.
Y la advertencia que Biden lanzó este domingo hace pensar en una posible escalada del conflicto.
“No lo duden: haremos que todos los responsables rindan cuentas en el momento y de la manera que elijamos”, advirtió el mandatario en un comunicado.
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