Las Naciones Unidas confirmaron que no podrán ingresar ayuda a la Franja de Gaza porque es imposible comunicarse con su personal en el terreno (las líneas telefónicas e internet están caídas por segundo día) y no hay suficiente combustible para la distribución.
La prohibición de Israel al ingreso combustible a la Franja de Gaza desde que comenzó la guerra hace casi seis semanas ha sido una queja constante de los trabajadores humanitarios.
Por primera vez esta semana se permitió la entrada de una pequeña cantidad para vehículos de la ONU, pero ya se agotó, por lo que la organización internacional afirmó que la entrega de ayuda humanitaria a Gaza fue suspendida nuevamente el viernes.
“Mañana NO habrá ninguna operación de ayuda transfronteriza en el cruce de Rafah. La red de comunicaciones en #Gaza está caída porque NO hay combustible. Esto hace imposible gestionar o coordinar los convoyes de ayuda humanitaria”, informó este jueves en un tuit UNRWA, la agencia de ayuda de la ONU centrada en los palestinos.
Desde que el ejército israelí iniciara los bombardeos contra Gaza en represalia por el ataque que Hamás lanzó el pasado 7 de octubre, la ayuda humanitaria ha entrado por el paso fronterizo de Rafah, que conecta la Franja con Egipto.
El cruce es la única puerta de Gaza que no está controlada directamente por Israel y fue cerrado tres varios bombardeos israelíes en los primeros días del conflicto.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU dice que el territorio está recibiendo sólo el 10% de los suministros diarios de alimentos que necesita.
El Ministerio de Salud de Gaza, dirigido por Hamás, ha dicho que 11.400 personas han muerto en el territorio y las Naciones Unidas han advertido de un "desastre humanitario".
El gobierno israelí ha defendido el bloqueo de las entregas de combustible durante su campaña, diciendo que le preocupa que Hamás pueda robar combustible y utilizarlo con fines militares.
Operaciones básicas
Un camión cisterna que transportaba 23.000 litros de diésel cruzó desde Egipto el miércoles, pero Israel restringió su uso sólo para reabastecer de combustible a los camiones de ayuda de la ONU.
Otros servicios clave ya han tenido que cerrar debido a problemas similares. Esto incluye hospitales, bombas de agua, plantas desalinizadoras, instalaciones de tratamiento de aguas residuales y panaderías.
La Unrwa, que acoge en sus instalaciones a 813.000 personas desplazadas, dice que necesita al menos 160.000 litros de combustible cada día para mantener sus operaciones básicas