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El hallazgo que explica por qué los Tyrannosaurus rex tenían brazos pequeños

El descubrimiento de restos de un dinosaurio gigante permite a los investigadores intentar responder un misterio: ¿por qué varias especies de dinosaurios carnívoros con grandes cráneos tenían brazos tan cortos?

Alejandra Martins - BBC News Mundo

Viernes 8 de julio de 2022

Ilustración de M. giga
Jorge A. González
Meraxes gigas medía unos 11 metros desde la punta del hocico hasta la punta de la cola. Pero sus brazos tenían solo 60 cm de largo. (Ilustración de Juan A González)

"Fue probablemente uno de los puntos más emocionantes de mi carrera".

El paleontólogo argentino Juan Ignacio Canale es uno de los científicos que descubrió en la Patagonia una nueva especie de dinosaurio carnívoro con brazos desproporcionadamente cortos.

Los investigadores lo llamaron Meraxes gigas, una referencia a un dragón ficticio de la serie Game of Thrones ("Jueo de tronos").

"Hallamos a M. gigas el primer día de búsqueda", afirmó Canale, experto del Museo Paleontológico Ernesto Bachmann de la provincia de Neuquén, en Argentina. El científico es autor principal del nuevo estudio sobre el hallazgo publicado en la revista Current Biology.

El descubrimiento permite buscar una respuesta a un enigma evolutivo: ¿por qué M. gigas y otras especies de dinosaurios como el célebre Tyrannosaurus rex tenían brazos tan diminutos para su tamaño?

El paleontólogo Juan Canale durante las excavaciones.
Gentileza Juan I Canale
El paleontólogo Juan Canale durante las excavaciones. "Hallamos a M. gigas el primer día de búsqueda".

El hallazgo

"El Meraxes lo encontramos en 2012 en el sur de la provincia de Neuquén, en una localidad fosilífera que se llama Cañadón de las Campanas, unos 10 km al sur de Villa el Chocón", relató Canale a BBC Mundo.

"En ese campo ya habíamos encontrado fósiles previamente e hicimos una campaña con colegas de la fundación Félix de Azara de Buenos Aires y del Museo Field de Chicago".

Sitio de excavación
Gentileza Juan I Canale
Los restos fueron hallados en el sur de la provincia de Neuquén, en Argentina.

"El primer día de exploración nos dividimos en varios grupos, yo estaba con mi colega y amigo Pablo Gallina, y en una zona donde estábamos caminando apareció un pedazo de hueso. Yo encontré una vértebra de tamaño muy grande, partida por la mitad y me di cuenta que era un dinosaurio carnívoro. Fue la primera alegría".

Los científicos encontraron gran parte del esqueleto. "Un cráneo muy completo y lo que es muy interesante para este grupo de dinosaurios carnívoros, brazos y patas también muy completas con las cinturas, la cintura pectoral, escápula y la cintura pélvica, todo muy completo y muy bien preservado. También encontramos varias vértebras".

La superficie del hueso estaba prácticamente intacta, agregó el investigador, lo que es clave para encontrar caracteres anatómicos importantes.

Cómo era M. gigas

Meraxes gigas vivió en el comienzo del Cretácico superior hace unos 93 millones de años aproximadamente, explicó Canale.

Medía unos 11 metros de longitud desde la punta del hocico hasta la punta de la cola, habría pesado más de 4 toneladas y tenía brazos muy cortitos, de unos 60 cm de largo.

El cráneo tenía "huesos muy ornamentados, con protuberancias, con surcos, todo eso se veía externamente cuando el animal estaba vivo, cuando estaba cubierto de piel".

Esos rasgos se utilizaban probablemente para atraer a posibles parejas.

La especie pertenecía a un grupo llamado carcarodontosáuridos o "lagartos con dientes de tiburón".

Convergencia evolutiva

Canale aclara que T. rex no evolucionó sus brazos cortos a partir de M. gigas ni viceversa. M. gigas se extinguió casi 20 millones de años antes de que T. rex se convirtiera en una especie, por lo que ambos están muy distantes en el árbol evolutivo.

Se trata en cambio de un fenómeno que los científicos llaman convergencia evolutiva, cuando un rasgo es compartido por dos o más organismos que no tienen un antepasado común.

"Son formas de tamaños muy, muy grandes, de varias toneladas de peso con cabezas proporcionalmente muy grandes y brazos muy, muy cortitos".

"Ese proceso se dio independientemente en distintos grupos de dinosaurios carnívoros. Apareció de manera independiente en los carcarodontosáuridos, los tiranosáuridos y los abelisáuridos".

Los investigadores y autores del estudio
Gentileza Juan I Canale
Los investigadores y autores del estudio. Para el trabajo aportaron fondos distintas instituciones como la Municipalidad de Villa El Chocón, el Museo Field de Chicago, la Fundación Félix de Azara y National Geographic.

Qué función cumplían los brazos cortos

"Estoy convencido de que esos brazos proporcionalmente diminutos tenían algún tipo de función", afirmó Canale.

"El esqueleto muestra grandes inserciones musculares y fajas pectorales completamente desarrolladas, por lo que el brazo tenía músculos fuertes.

"Suponemos que es una especie de subproducto de la evolución hacia tamaños de cráneos muy, muy grandes. En estas formas predadoras tan grandes, con cráneos de gran tamaño, probablemente todas las actividades que tienen que ver con la depredación las harían con la cabeza y los brazos habrían quedado en segundo plano utilizados para otro tipo de funciones.

"En Tyranosaurus o Meraxes, probablemente todo lo que tiene que ver con tomar una presa, sostenerla, lo habría hecho directamente con la cabeza".

Peter Makovicky, del Museo Field de Chicago, con uno de los fósiles.
Gentileza Juan I Canale
Peter Makovicky, del Museo Field de Chicago, con uno de los fósiles.

Peter Makovicky, investigador del Museo Field de Historia Natural en Chicago y otro de los autores del estudio, señaló que los brazos del dinosaurio tenían "literalmente la mitad de la longitud del cráneo, por lo que el animal no habría podido alcanzar con ellos su boca".

Los científicos creen que los brazos se utilizaban en otro tipo de actividades.

"Es posible que utilizaran los brazos para comportamientos reproductivos, como sostener a la hembra durante el apareamiento o apoyarse para volver a levantarse después de un descanso o una caída", afirmó Canale.

Réplica del cráneo de M. gigas
Gentileza Juan I Canale
Una réplica del cráneo de M. gigas puede verse en el Museo Paleontológico Ernesto Bachmann en Neuquén.

"Mucho trabajo por hacer"

M. gigas guarda aún muchos secretos.

"El fósil tiene mucha información novedosa y está en una forma magnífica", señaló Canale.

"Para el futuro tenemos un montón de trabajo. Tenemos varios proyectos a desarrollar como tomografías para ver cómo eran los espacios internos del cráneo, vamos a hacer reconstrucciones de la musculatura. Hay mucho trabajo por hacer.

"Hay mucha gente trabajando en este tema y hay un becario doctoral, Damiano Palombi, que está haciendo su tesis sobre este dinosaurio carnívoro".

Canale señaló a BBC Mundo que los fósiles están depositados en el Museo Paleontológico Ernesto Bachmann de Villa El Chocón en Neuquén.

"Y tenemos una réplica expuesta en el museo para el que la quiera ver".

"Una réplica del cráneo y una réplica del pie".


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