Estados Unidos confirmó este jueves que realizó una acción militar conjunta con apoyo de varios países contra los rebeldes hutíes de Yemen, tras el aumento de ataques de estos contra embarcaciones en el mar Rojo.
El presidente, Joe Biden, explicó en un comunicado que bajo su dirección y junto con el Reino Unido y el apoyo de Australia, Bahréin, Canadá y los Países Bajos llevaron a cabo con éxito ataques contra varios objetivos en Yemen utilizados por los rebeldes hutíes.
Los bombardeos impactaron contra diferentes posiciones de Saná, según pudo constatar EFE, mientras que testigos afirmaron que se produjeron también ataques aéreos en las provincias de Al Hudeidah Saada, Dhamar, Taiz y Hajjah, todas ellas en el oeste del Yemen y controladas por los rebeldes hutíes.
"Nuestro país ha sido objeto de una agresión masiva por parte de barcos, submarinos y aviones de combate estadounidenses y británicos, y no hay duda de que Estados Unidos y Gran Bretaña tendrán que estar preparados para pagar un alto precio", dijo en X el viceministro de Exteriores de los hutíes, Husein al Ezzi.
Asimismo, amenazó que tanto Washington como Londres "soportarán las terribles consecuencias de esta flagrante agresión".
De acuerdo con testigos consultados por EFE, dos de los bombardeos en Saná tuvieron como objetivo la base aérea de Al Dailami, ubicada en el aeropuerto capitalino, mientras que otros dos ataques aéreos en Taiz impactaron contra posiciones militares y también contra su aeródromo.
En la ciudad portuaria de Al Hudeida, desde donde los hutíes han lanzado gran parte de los ataques contra navíos mercantes, los bombardeos tuvieron como objetivo diferentes posiciones cercanas a su aeropuerto, mientras que unos cuarteles militares en la localidad de Saada también sufrieron el impacto de los ataques.
Por su parte, el miembro del buró político de los hutíes Ali al Quhom dijo en X que tanto Saná como otras provincias yemeníes "están siendo bombardeadas por aviones estadounidenses y británicos", y calificó estos ataques de "guerra abierta".
"La batalla será más grande, y más allá de la imaginación y las expectativas de los estadounidenses y los británicos. Es una guerra abierta", dijo el responsable insurgente, que aseguró que EE.UU. y el Reino Unido "se arrepentirán de su agresión".
Asimismo, Al Quhom confirmó que los hutíes "ahora están respondiendo enérgicamente a los acorazados estadounidenses y británicos en el mar Rojo", donde aseguró que se está desarrollando "una guerra furiosa".
"Se atacarán sitios y bases militares estadounidenses y británicos, y el siguiente (paso) es mayor", amenazó el responsable.
Fuentes de los hutíes aseguraron a EFE que los hutíes han lanzado una andanada de misiles crucero y balísticos contra buques de guerra de Estados Unidos y del Reino Unido en el mar Rojo en respuesta a los bombardeos aéreos contra el Yemen.
Esta sería la primera vez desde 2016 que Estados Unidos interviene militarmente en el Yemen, si bien ya lo había hecho con anterioridad en apoyo a la coalición militar liderada por Arabia Saudí que interviene en el país árabe desde 2015 en apoyo al Gobierno internacionalmente reconocido del Yemen.
En apoyo de los palestinos de la Franja de Gaza, los rebeldes chiíes hutíes, respaldados por Irán, han estado atacando en el mar Rojo desde el 19 de noviembre a embarcaciones que, según dicen, están vinculadas a Israel.
Ante las especulaciones de una intervención militar de EE.UU. y del Reino Unido contra el Yemen, el máximo líder de los hutíes, Abdelmalek al Huti, advirtió el jueves que cualquier "agresión" contra el movimiento chií respaldado por Irán "nunca quedará sin respuesta".
Los ataques contra el Yemen se producen apenas unas horas después de que el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, culminara una gira por Oriente Medio en la que advirtió que la coalición naval capitaneada por EE.UU. en el mar Rojo respondería si los hutíes continúan lanzando ataques contra buques mercantes.