Un juez canadiense dictaminó que el 'emoji' del pulgar hacia arriba puede reconocerse como un medio válido para sellar un contrato, en equivalencia a una firma, ya que se trata de un método de comunicación habitual y los tribunales no deben "intentar detener la ola de tecnología y uso común".
Los "emojis" son utilizados a diario la comunicación por mensajes instantáneos, ya sea a través de redes sociales o las aplicaciones de mensajería instantánea. En este sentido, estos símbolos, que imitan gestos cotidianos como caras sonrientes o apretones de manos, están pasando a formar parte del lenguaje común de los usuarios.
En este marco, un juez canadiense dictaminó en un caso reciente que el envío de un mensaje con el "emoji" del pulgar hacia arriba puede interpretarse como un medio válido para sellar un contrato formalmente.
De hecho, este mismo juez señaló que, aunque es un método novedoso, se trata de una forma "válida" de transmitir los propósitos de una firma, ya que es un método común de comunicación y los tribunales "no pueden ni deben intentar detener la ola de tecnología".