Gisele Pelicot regresó el lunes a los tribunales para enfrentarse al único hombre, de 51, que apeló su veredicto de culpabilidad en un juicio por violación masiva que conmocionó a Francia y atrajo la atención mundial el año pasado.
Pelicot, de 72 años, se ha convertido en una heroína feminista tanto en su país como en el extranjero por renunciar a su derecho al anonimato y enfrentarse a sus agresores ante el tribunal, convirtiendo el juicio en un examen de la omnipresencia de la violencia sexual.
Su caso provocó un profundo examen de conciencia en Francia, impulsando el debate sobre la conveniencia de cambiar a una ley de violación basada en el consentimiento e incitando a la comunidad médica a profundizar en su comprensión de las agresiones facilitadas por las drogas.
Pelicot no hizo declaraciones a su llegada al tribunal y se mostró serena. Varias decenas de personas esperaban fuera del tribunal con pancartas en las que le mostraban su apoyo.
Dominique Pelicot, que admitió haber drogado a su esposa Gisele y haber reclutado durante casi una década a decenas de hombres en Internet para violarla mientras estaba inconsciente, fue condenado a 20 años de cárcel. Los 50 coacusados del francés también fueron declarados culpables de violación, intento de violación o agresión sexual.
Entre ellos, Husamettin Dogan, ex trabajador de la construcción de unos 40 años, fue condenado a nueve años de prisión por violación con agravantes. Un tribunal de apelación de la ciudad meridional de Nimes verá su apelación hasta el miércoles.
Su abogada Sylvie Menvielle dijo que su cliente creía que estaba participando en un trío libertino para el que no sabía en ese momento que Gisele Pelicot no había dado su consentimiento, por lo que no podía aceptar el veredicto de culpabilidad.
"Se enfrentaba a alguien que actuaba con una manipulación y una perversidad extraordinarias", declaró Menvielle a Reuters, refiriéndose a Dominique Pelicot.
En el derecho penal francés, la intencionalidad es crucial para evaluar la culpabilidad.