Un vínculo inquebrantable dejó plasmado antes de morir Juan, quien vivía en situación de calle tras proteger a su perro, ya que no le permitían ingresar con él a los refugios. El frío y la situación habrían provocado varias enfermedades en el hombre, lo que provocó su repentina muerte.
Juan Carlos Leiva cuidó a su mascota Sultán hasta sus últimos días. Ambos dormían en la entrada de un edificio en la calle Perú, Mendoza, donde un pequeño techo los cubría del frío durante el día y la noche, según TN.
Una mujer que trabajaba en el edificio donde Juan dormía, contó cómo sucedió la inesperada muerte de Juan y el vínculo inseparable que tenía con su perro: "Él lo único que quería era cuidar al perro”.
La mujer un día se dio cuenta de que el hombre estaba en mal de salud: “Estaba agitado, no respiraba bien, tenía los ojos llenos de lagañas, no podía sentarse solo”. Los que lo conocían le insistían que asistiera a un centro asistencial, sin embargo, Juan se negaba porque no quería separarse de Sultán.
Finalmente, fue a un hospital cuando la trabajadora le prometió que cuidaría de su mascota en su casa.
Cuando el hombre asistió a urgencias le detectaron EPOC, neumonía y un problema cardíaco, esto provocó que debido a las graves enfermedades perdió la vida pocos días después.
Tras el fallecimiento del hombre, la mujer que le hizo la promesa de cuidar al perro contó que "pasé varios días con él (perro) en mi casa, le armé una casita, le llevé el colchón sucio de Juan para que no lo extrañara”.
Más tarde, decidió buscarle una familia a Sultán, la hija de los dueños de un negocio que conocieron a Juan y a Sultán desde hacía tiempo, quisieron adoptar al perro.