Una insólita situación se registró en República Dominicana, luego de que una familia asegurara que un hombre supuestamente fallecido 'revivió' en pleno velorio.
Esta es la historia de Julio Alberto Vinicio Pierre, un joven de 27 años que fue declarado muerto en Cancino Adentro el pasado miércoles 22 de febrero por problemas pulmonares derivados del cigarrillo, aunque cercanos al sujeto aseguran que todo se trató de un 'embrujo'.
Según narraron los familiares de Vinicio a Diario Libre, este se pudo sentar, parpadear, agarrar la mano a un familiar e incluso pedir sopa y tomar agua en varias ocasiones.
¿QUÉ DICEN LOS EXPERTOS?
El patólogo Sergio Sarita Valdez explicó al citado medio que cuando a los cadáveres se les suministra formol, estos podrían durar entre 12 a 18 horas duro, es decir, consistente y fuerte. Sin embargo, pasadas las 18 horas el cuerpo comienza a ablandarse de manera natural y tomar la temperatura del ambiente.
Asimismo, dijo que "los familiares debieron inmediatamente notificar a la autoridad judicial, para que se apersone con un médico (...) un forense para que registre la situación y entonces genere un informe y una conducta apropiada".
"Es bueno llamar al médico legista para que la ciencia médica entre en acción y entonces corrija aquel escándalo que puede formarse alrededor de la información. Para eso están las autoridades, para inmediatamente ir y, entonces, allí se dice que hay un muerto vivo. Hay que ver, porque hay que despejar las dudas y no crear una situación de escándalo en la sociedad local. Para eso está la Fiscalía con el médico legista", aseveró.
Además, advirtió que si estos mantienen el cuerpo del joven en la cama -tal como lo mantenían hace unos días- podrían enfrentar serios riesgos para la salud, ya que estar "formalizado no garantia que no va a empezar a emanar líquido por debajo y entonces eso ya afecta a los vecinos".
Sarita además aseguró que los cadáveres pueden presentar algunos espasmos en las primeras 12 horas desde el fallecimiento, subrayando que "un médico que no tomó un estetoscopio, que no lo escuchó, que no le miró las pupilas de los ojos para chequeo para saber si tenía función cerebral, entonces la certificación de muerte no es confiable".
¿QUÉ PASÓ AL FINAL?
A pesar de la esperanza que tuvieron en un inicio, la familia de Julio decidió sepultarlo el sábado 25 de febrero, luego de que este no presentara nuevas 'señales de vida'.
Los restos de Julio fueron enterrados en el cementerio Cristo Salvador del municipio Santo Domingo Este.
En esa misma línea, los familiares denunciaron al Ministerio de Salud Pública local por no acudir al domicilio pese a denunciar el hecho.