La asociación de derechos humanos, Madres de Plaza de Mayo, dio este jueves el último adiós a su histórica presidenta, Hebe de Bonafini -fallecida el domingo pasado- luego de que esparcieran sus cenizas durante las tradicionales “rondas” en reclamo por los hijos desaparecidos en la última dictadura militar (1976-1983).
Miles de personas, entre organizaciones sociales, políticas y autoconvocados, se acercaron a Plaza de Mayo para acompañar a las demás Madres mientras homenajeaban a Bonafini, una luchadora incansable y siempre en el medio de la polémica.
El ambiente se llenó de júbilo, cantos y aplausos cuando sus restos fueron reposados en los alrededores de la Pirámide de Mayo, que estaba vestida con imágenes de Bonafini, banderas argentinas y pañuelos blancos.
La presidenta de las Madres (1928-2022) murió en el Hospital Italiano de La Plata, en provincia de Buenos Aires, tras llevar varios días internada debido a la gravedad de sus enfermedades crónicas.
Sin embargo, ahora descansa junto a otra de las fundadoras de la asociación, Azucena Villaflor, activista que fue secuestrada, torturada y asesinada en los “vuelos de la muerte” por el terrorismo de Estado.