Estados Unidos superó este sábado por segundo día consecutivo la cifra de los mil vuelos cancelados, así como miles de viajes retrasados, por la escasez de controladores aéreos provocada por el cierre del Gobierno federal, que cumple 39 días.
De acuerdo con el portal de seguimiento Flightaware, ya se han registrado 1.526 vuelos cancelados a lo largo del día, siendo los aeropuertos de Hartsfield-Jackson (Atlanta), el Newark (Nueva Jersey), Charlotte (Carolina del Norte), el John F.Kennedy de Nueva York y el Internacional de Chicago los más afectados por el momento.
La falta de controladores provocó 6.570 vuelos retrasados entre los que destacan las terminales del área de Atlanta, Chicago y Nueva York.
Para quienes viajan desde o hacia dicho país —o incluso quienes transitan por él— la situación evidencia que los riesgos operativos se han disparado y que la gestión de asistencia debe actualizarse para enfrentarlos.
En este escenario, la compañía PAX Assistance ha puesto en marcha iniciativas orientadas a abordar tres retos emergentes: rapidez en la atención, accesibilidad desde el móvil y respaldo ante eventos de alta complejidad internacional. Algunas de las medidas son:
- La habilitación de un canal de atención vía WhatsApp que permite al viajero reportar incidentes, acceder a asesoría o solicitar asistencia sin depender únicamente del teléfono tradicional, lo que reduce los tiempos en situaciones críticas.
- La implementación del sistema “PAX Cash”, que reemplaza el proceso convencional de reembolso por una transferencia inmediata a una tarjeta virtual, facilitando el acceso a fondos para medicamentos o primeros auxilios en destinos donde el sistema de salud es complejo o costoso.
- La incorporación de soluciones de telemedicina potenciada por inteligencia artificial, con el fin de agilizar diagnósticos remotos y optimizar la derivación, incluso cuando la infraestructura presencial está limitada o en crisis.
Desde PAX Assistance señalan que “la tecnología no es un fin en sí mismo, sino un medio para estar al lado del viajero cuando más lo necesita, reducir la incertidumbre y aportar confianza en momentos de tensión”. En un contexto global donde la movilidad vuelve a crecer, pero también los factores perturbadores (como el cierre del espacio aéreo, la saturación de controles o los imprevistos geopolíticos), la asistencia digitalizada y flexible se convierte en un pilar de seguridad.