Una mujer de 38 años fue encontrada muerta al interior de su departamento en mayo de 2021, tres años después de su fallecimiento tras la insistencia de su madre y hermano ante la policía para que ingresaran al inmueble. El cuerpo fue encontrado en un "estado momificado y casi esquelético".
Se trata de Laura Winham, quien vivía en la ciudad de Woking de Inglaterra, al interior de una vivienda social, siendo catalogada como una persona "vulnerable" debido a diversas enfermedades que le aquejaban.
Desde que nació tuvo dificultades debido al síndrome de Goldenhar, que le genera anomalías en los ojos, mandíbulas, orejas o columna. Además de ello, también padecía esquizofrenia.
La familia decidió alejarse de ella debido a esto último, ya que una de sus hermanas aseguró que el contacto con ellos "parecía ponerla bajo una enorme tensión", y que ella "se negó a vernos". Por tal motivo, estos denuncian el abandono de los servicios sociales y de salud británicos, según consignó Daily Mail.
Debido a su condición, en 2014 Laura fue derivada a un centro de salud mental, luego de que personal de los servicios sociales la notaran "indispuesta, basatnte delgada" y asegurando que "la gente la estaba observando".
Sin embargo, tras esta intervención la mujer nunca habría sido controlada por la enfermedad, y que ni siquiera volvieron a visitarla físicamente.
No fue hasta 2016 que la mujer perdió el subsidio de discapacidad que recibía del Estado, ya que no respondía las cartas del Departamento de Trabajo y Pensiones.
La última vez que Laura fue vista con vida fue en octubre de 2017 luego de que funcionarios de la Policía británica le realizaran una visita, quienes notificaron a servicios sociales que estaba "desciuidándose a sí misma", que mantenía "poca comida", y que parecía "no saber cómo acceder a los servicios locales para recibir ayuda".
Sin embargo, este reporte no fue atendido de la manera adecuada, ya que los funcionarios de estos servicios le enviaron cartas y la llamaban por teléfono, el cual no funcionaba. Tras dos semanas de insistencia, los funcionarios no ahondaron más en su caso.
A solo un mes de la visita de la policía, en noviembre de 2017 Laura falleció, ya que en aquel mes dejó de marcar los días en el calendario, escribiendo la frase "necesito ayuda", sin dejar nuevos escritos.
Como el arriendo de la vivienda se seguía pagando, nadie se percató del deceso. Esto hasta que el hermano de la mujer y su madre vieran desde el buzón del inmueble algo que parecía ser un pie, por lo que rápidamente llamaron a la policía quiénes ingresaron y constataron la triste situación; la mujer había mmuerto hace tres años sin que nadie se diera cuenta.
Según dijo Nicky, hermana de la fallecida, "todos los que estuvieron en contacto con Laura tenían un deber con ella en algún momento, simplemente se limpiaron las manos y la olvidaron. La abandonaron y la dejaron morir".
"Es desgarrador pensar en cómo vivió sus últimos años, sin poder pedir ayuda, sin nadie allí para ella", añadió subrayando que "durante tres años y siete meses nadie del ayuntamiento comprobó el estado y las condiciones interna de su piso, y en ningún momento durante este tiempo se realizaron controles anuales de gas".